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La Xunta multa con 5.000 euros a Ravella por el vertido de obra de la Independencia

El Ayuntamiento presenta un recurso de alzada, justificando que ejecutó el acopio de materiales en tiempo y forma | Reenvía las alegaciones de 2019 que no se analizaron

Los restos de la obra de la Plaza de Independencia, en el vial situado entre Lidl y Dia, en 2018. | // N. PARGA

La Consellería de Medio Ambiente ha impuesto una sanción económica al Ayuntamiento de Vilagarcía de 5.000 euros por el “abandono, vertido o eliminación incontrolada de residuos” relativo al escombro procedente de las obras de la Plaza de Independencia que en diciembre de 2018 fue depositado en una bocacalle del barrio de As Carolinas, causando un gran malestar vecinal.

La resolución de la directora xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático advierte de la comisión por parte del Concello de una “infracción grave tipificada en el artículo 46.3.c) de la Lei 22/2011 del 28 de julio de residuos y suelos contaminados”.

El ejecutivo socialista dio luz verde en una reciente junta de gobierno local al pago de la multa, ya que pese a estar en total desacuerdo con ella, de no hacerlo figuraría como administración morosa y no podría participar en programas y subvenciones de la Xunta, como por ejemplo los Obradoiros de Emprego.

En esa misma junta de gobierno el equipo de Varela aprobó la presentación de un recurso de alzada contra la resolución de la Consellería, un recurso que consta de 15 páginas en las que se incluye fundamentación jurídica y jurisprudencia, además de distinta documentación probatoria, como son las alegaciones ya presentadas por el Concello en el verano de 2019 (con registro de entrada) contra el expediente iniciado por la Consellería a raíz de una denuncia, y el plan de gestión de residuos del proyecto de humanización de la Plaza de Independencia “que se ejecutó en la forma y plazo estipulado”, defienden desde Ravella.

El Ayuntamiento envió las alegaciones a Medio Ambiente hace más de un año, y para su sorpresa, hace unas semanas recibió la resolución de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental con la multa de 5.000 euros en la que dice que “la entidad local no presentó alegaciones”, unas alegaciones que por tanto no fueron analizadas ni informadas, apuntan desde la administración vilagarciana.

En el recurso de alzada el Ayuntamiento explica que cuando se puso en contacto con la Dirección Xeral para aclarar que sí había presentado alegaciones al expediente inicial (previo a la resolución de sanción), le dijeron que “no les habían mandado nada de la delegación de Pontevedra”. Ante esta situación, Ravella alega “indefensión y ausencia de resolución motivada con respecto a las medidas probatorias presentadas”. Teniendo en cuenta que este es un trámite de obligado cumplimiento, solicita la nulidad de la resolución.

Entre los argumentos para pedir la cancelación de la sanción, el Concello también considera que se ha vulnerado el principio de tipicidad, ya que la multa se impone “por supuesto abandono, vertido o eliminación incontrolada de residuos, cuando en realidad se trató de un acopio temporal de residuos” previsto en el plan de gestión de residuos de la obra, que se llevó a cabo en tiempo (plazo no superior a una semana) y forma (mediante un gestor autorizado, concretamente la empresa Restauración del Hábitat y Medio Ambiente Caamaño), justifican desde Ravella. Añaden que además contaban con el permiso del propietario de los terrenos donde se almacenaron los restos de la obra.

Asimismo, la administración municipal se ampara en la ausencia del principio de culpabilidad porque sus actuaciones “gozan de perfecto encaje en las obligaciones que le corresponden”, descartando “la más mínima intención, imprudencia o negligencia”.

Por último, también pide la nulidad de la resolución por “contravención del principio de proporcionalidad”, puesto que en el caso de imponerse una sanción , esta “no debería superar los 901 euros establecidos en el artículo 47 de la Lei 22/2011”.

Los hechos

Las obras de peatonalización de la céntrica Plaza de Independencia comenzaron a ejecutarse a principios de diciembre de 2018. A los pocos días, apareció una montaña de escombro al final del vial que separa los supermercados Lidl y Dia, en As Carolinas.

En aquel momento, el Concello explicaba que aunque los restos de las obras de la Independencia se veían al final de la calle, se trataba de una propiedad privada con cuyo dueño había llegado a un acuerdo para utilizar el espacio como zona de acopio de materiales.

Las mismas fuentes municipales añadían que la empresa adjudicataria de la humanización estaba autorizada “a realizar el depósito provisional en esa finca para evitar el tráfico constante de grandes camiones entrando y saliendo desde el centro hacia los principales viales de la ciudad”.

La acumulación de escombro en plena calle causó indignación entre los vecinos de As Carolinas, que se reunieron in situ con el concejal de Obras, Lino Mouriño, para exigir una solución.

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