El confinamiento, el cierre del canal Horeca –hostelería y restauración–, las restricciones para moverse libremente entre municipios y demás problemas derivados de la persistencia de la pandemia hacen que el envío de pescados y mariscos a diferentes puntos de España no deje de aumentar.
De manera especialmente significativa en el caso de nécoras, cigalas, camarones y otras especies importantes que pueden enviarse ya cocidas.
Es lo que sucede con el centollo, cuya temporada se iniciaba hace justamente una semana y se mantiene a precios muy inferiores a lo que suele ser habitual, de ahí que se trate de uno de los productos más demandados a empresas que operan a través de páginas web o redes sociales. Y más aún cuando es crustáceo distinguido con la marca “Centolo do Grove”.
En esa villa se ubica, por ejemplo, Mariscar de Galicia, una empresa dedicada a la distribución de productos del mar por toda España que no deja de recibir pedidos.
"Durante el confinamiento decretado en marzo nuestra web llegó a colapsarse"
Carlos Allo, su propietario, indica que “se multiplicaron de tal forma durante el confinamiento decretado en marzo que nuestra web llegó a colapsarse, por lo que ahora los clientes contactan con nosotros a través de Facebook y otras redes sociales en las que publico continuamente fotos de la mercancía disponible e informo de los precios”.
También por WhatsApp, mediante un grupo de difusión de mensajes que permite actualizar permanentemente las tarifas del marisco, “y es así como la gente va realizando los pedidos, tanto de producto crudo como del cocido”.
Los pedidos le llegan, sobre todo, “desde Barcelona, Andalucía, Toledo y Madrid”, pero también de otros muchos puntos de España. Y los realizan ciudadanos de toda clase y condición, entre ellos “algún que otro personaje famoso”.
El ritmo de ventas a distancia vuelve a ser bueno, “y más que aumentará a medida que se acerque la Navidad.
"Entre el jueves y el viernes enviamos alrededor de ochenta cajas de marisco desde O Grove, la mayoría cocido”
Prueba de ello es que “entre el jueves y el viernes enviamos alrededor de ochenta cajas de marisco desde O Grove, la mayoría cocido”.
Para ello, Mariscar Galicia recurre a “un cocedero de total confianza de nuestro pueblo, ya que tratamos de diversificar la actividad y ayudar a otros pequeños negocios”, explica Carlos Allo, entre cuyos clientes también están numerosas pescaderías y algunos de los mercados centrales del país.
Termina diciendo que “esto de comprar marisco a distancia es una tendencia que está en auge”, a lo que añade que “la clave está en ofrecer producto de la máxima calidad, totales garantías y un trato cercano, de ahí que nosotros ni siquiera cobremos por adelantado”.
Mariscadas para dos por 35 euros
Al igual que hacen los restaurantes, cuando están abiertos, los vendedores de pescados y mariscos también ofrecen “mariscadas para dos”. Lo hacen a precios que rondan los 35 euros y, a veces, desde las plazas de abastos.
Es el caso, por ejemplo, de Peregrina Abad, en Vilagarcía. Lleva muchos años efectuando envíos “a cualquier punto de España”, y a raíz del estado de alarma la demanda “se ha multiplicado”.
Es por este motivo que la propietaria de Pescados y Mariscos Sabarís estrenó ayer el nuevo servicio de “mariscada para dos”, que va a repetir todos los sábados con un coste de entre 35 y 40 euros, dependiendo de las cotizaciones en lonja.
“El contenido (de cada mariscada para dos) se puede adaptar a los gustos de cada cliente si se encarga antes del viernes”
Explica la vendedora que “el contenido se puede adaptar a los gustos de cada cliente si se encarga antes del viernes”. A modo de ejemplo, empezó enviando lotes valorados en 35 euros –40 si se solicitan ya preparados para comer– formados por “seis cigalas y producto de la ría como una centolla de unos 600 gramos, 2 nécoras de tamaño grande y medio kilo de zamburiñas”.
La importancia de ser gallego
La cofradía de pescadores defiende la “calidad extra” del producto distinguido como “Centolo do Grove”.
Al hacerlo anima a los consumidores a fijarse bien para diferenciarlo del foráneo. “El gallego tiene un color más oscuro, las patas más largas y las uñas afiladas, además de tener rugosidades en el caparazón”, explican en el pósito que dirige Antonio Otero.
“El centollo gallego tiene un color más oscuro, las patas más largas y las uñas afiladas"
A lo que añaden que todo el producto vendido en su puerto “debe ir acompañado de la correspondiente etiqueta, en la que se indica la lonja de origen y la zona de captura”. El viernes vendió 2.240 kilos. Esa buena cantidad y la baja demanda hicieron que el precio mínimo se bajara a 8 euros el kilo. El máximo fue de 15.
