La modernización de la flota gallega tiene consecuencias positivas no solo en esta comunidad, sino también en África. Y es que aquel continente recibe desde hace años embarcaciones que aquí ya no sirven, pero que allí resultan fundamentales para el desarrollo de la actividad pesquera.

Baste como ejemplo la nueva remesa de barcos auxiliares de acuicultura (bateeiros) que espera en el muelle de O Ramal (Vilagarcía) a ser embarcada en un mercante que pondrá rumbo a Mauritania.

Se trata de naves empleadas por los mejilloneros arousanos que tuvieron su puerto base en O Grove (3), Rianxo (2), Cabo de cruz (4) y A Illa (4). Son barcos, en la mayoría de los casos, que prestaron una gran labor durante mucho tiempo en la ría, pero que ahora ya no sirven, ya sea porque se quedaron pequeños o porque no ofrecían totales garantías a sus armadores.

La necesidad de implementar las medidas de seguridad, la incorporación de nueva maquinaria –que requiere más espacio en cubierta–, el cambio de los cascos de madera por los de poliéster y, en algunos casos, el aumento de la carga de trabajo, llevan a los armadores a adquirir buques más grandes y potentes, así como mejor adaptados a las actuales condiciones de laboreo en batea.

Son esos barcos obsoletos los que, en lugar de ser desguazados, son adquiridos y acondicionados para su envío a África, donde se usarán en labores de pesca de pulpo y otras especies.

De ello se encarga la empresa CTM Marítimas, que tras adquirir los barcos los vara en Porto Meloxo (O Grove) para limpiarlos y adecentarlos.

En ese varadero meco se introducen las mejoras o medidas de seguridad que sean necesarias y son adaptados a las labores de pesca que tienen encomendadas en aguas de África.

También se les hace una “cuna” y se adoptan todas las medidas tendentes a favorecer su traslado desde Vilagarcía, donde esos 13 barcos que ahora esperan en O Ramal serán embarcados el martes o el miércoles para ser enviados a la República Islámica de Mauritania.

Así lo confirma Manuel Meis, uno de los máximos exponentes de CTM Marítimas, que también se dedica a la explotación de bateas tanto en Arousa como en Andalucía. No es la primera vez que realiza esta importante operación, ya que desde el año 2018 ya envió una veintena de barcos bateeiros más a puertos africanos.