Juan Ventura Martínez Reboeiras, el cura de San Vicente de O Grove que transmite sus misas por YouTube –tanto desde el templo parroquial como la capilla de Pedras Negras–, el mismo que se comunica con los fieles a través de Facebook, que organiza la catequesis por videollamada o que difunde la Palabra de Dios desde su WhatsApp, ha vuelto a demostrar su poder mediático, su capacidad de adaptación a los cambios que toca vivir a la sociedad y su dominio de las redes sociales.

Resulta que este conocido sacerdote, que además de seguidor del Celta de Vigo y párroco en Santa María de Simes (Meaño) también es buen cantante, compositor y colaborador de todo tipo de eventos socioculturales en la localidad meca, quiere seguir transmitiendo las ceremonias religiosas que oficia en el canal que tiene la parroquia en YouTube.

Para ello necesitaba llegar a mil seguidores, y tenía poco más de doscientos. Lo que hizo fue lanzar un llamamiento a la colaboración a través de sus cauces habituales en las redes sociales y plataformas de mensajería. El resultado fue fulminante, ya que en 24 horas logró el objetivo que buscaba.

Fue el lunes cuando, con el lema “Objetivo: 1.000 suscriptores”, el sacerdote explicó que “desde hace unos meses tenemos habilitado en la parroquia nuestro canal de YouTube, y ante las limitaciones para las celebraciones religiosas, a causa de la situación sanitaria, queremos seguir celebrando contigo; queremos celebrar para ti”.

Esto suponía seguir operando a través de dicho canal, “y para llegar a todos necesitamos mil suscriptores”, planteaba el cura antes de decir: “No te cuesta nada, solo un click”.

Dicho y hecho, porque al día siguiente daba “un millón de gracias” a sus seguidores y a cuantos hicieron posible alcanzar la barrera de los mil suscriptores. “No era fácil porque somos una parroquia pequeña”, indicaba Juan Ventura Martínez. A lo que inmediatamente añadía: “También somos una gran parroquia”.

Lo mejor de todo esto es que el número de suscriptores al canal de YouTube de la iglesia parroquial de San Vicente de O Grove no dejó de crecer desde entonces, de tal forma que a media tarde del miércoles eran ya 1.240 y hasta ayer a mediodía se habían sumado treinta personas más.

No es de extrañar viniendo de este imaginativo cura que en su día vendió los CDs de su primer trabajo discográfico y llaveros con la réplica de la moneda de Adro Vello, tratando así de recaudar fondos para afrontar una renovación de la casa rectoral que está ya en su recta final.

El mismo sacerdote que recientemente presentó en sociedad una imagen tallada de San Ezequiel Moreno y que, en definitiva, no deja de innovar para lograr que su parroquia sea un referente en cuanto a participación social.