Una docena de reclamaciones ciudadanas llegaron a la junta de gobierno local de Vilagarcía en el mes de octubre relacionadas con daños en la vía pública, fundamentalmente por baldosas rotas o levantadas. Este es solo un ejemplo de la cantidad de quejas que recibe el Concello sobre caídas que sufren los viandantes en la calle debido al mal estado del pavimento, y también del elevado porcentaje que no salen adelante porque el gobierno las desestima. De hecho en las últimas actas solo figuran dos aprobadas, ambas relacionadas con daños de tareas de desbroce (una en la ventana de una casa y otra en un coche).
Los argumentos de la administración local en la mayoría de los casos son coincidentes: hay iluminación, “no existe ninguna dificultad de percepción” de la baldosa rota o del socavón que cause la caída y existe anchura suficiente en el vial público en cuestión para caminar sin tropezar con nada.
En una reclamación por baldosas levantadas e irregulares en la avenida de Rodrigo de Mendoza, el informe municipal admite que a la altura del número señalado se aprecian tres baldosas sueltas, si bien “no queda acreditada la responsabilidad municipal ya que a la vista de la reclamación presentada no se desprende que estemos ante un espacio público impracticable o peligroso para el tránsito de peatones, considerando que la existencia de una mínima irregularidad en la calle no constituye una anomalía fuera de los parámetros de racionalidad. Por otra parte, no consta la presencia de la Policía Local en el momento del siniestro para que verificase in situ la posible causa del accidente y tampoco caídas anteriores en la misma zona”.
En octubre el Concello desestimó reclamaciones de caídas en otras calles como Plaza de Ravella, el cruce de la avenida de Cambados con el cruce hacia O Piñeiriño, Valentín Viqueira, Rúa Regueira, Otero Pedrayo, avenida de Vilanova, Rúa Porto, Veiga do Mar o el paseo de la playa de Compostela a la altura del Balneario, entre otros.
Una de las quejas procede de un ciclista que se cayó en las vías del tren portuario en la avenida de Valle Inclán, un vial responsabilidad de la Autoridad Portuaria, recuerda Ravella en su resolución.
