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Los comedores escolares de Vilagarcía sufren una caída de demanda por el Covid

En A Lomba ya no hay la habitual lista de espera, pero tuvo que implantar un segundo turno para separar a los niños, igual que Vilaxoán | O Piñeiriño baja de 70 a 52 alumnos

En el CEIP O Piñeiriño se mantienen los grupos burbuja también en el comedor. | // NOÉ PARGA

Ayer hubo de menú crema de verduras y milanesa de pollo. | // N. PARGA

Los comedores de los colegios públicos de Vilagarcía han registrado este curso un descenso de demanda debido a la pandemia de coronavirus, según asegura tanto la Coordinadora de Anpas como los centros que ha sondeado este periódico. Algunas familias tienen miedo al contagio, por lo que han sido varias las que han renunciado a la plaza una vez iniciadas las clases, y otras que ya no llegaron a inscribirse.

O Piñeiriño es el único comedor escolar gestionado por una Anpa, por lo que todos los alumnos pagan la misma cuota, independientemente del nivel de renta. “Lo usan las familias a las que les resulta imprescindible la conciliación”, comentan desde la asociación.

En este caso el descenso de comensales ha rozado la veintena, al pasar de casi 70 el año pasado a los 52 actuales. A la hora de distribuir a los alumnos, se mantienen los grupos burbuja de las aulas. Los accesos al comedor son escalonados: unos bajan a las 14.25 horas, otros a las 14.30 y los últimos a las 14.35. Ayer hubo de menú crema de verduras de primer plato, milanesa de pollo con patatas fritas de segundo y fruta de postre.

En el CEIP de Vilaxoán el comedor depende directamente de la Consellería de Educación, al igual que los de Carril y Rubiáns. Según señala el director del centro ubicado en Faxilde, actualmente hay 135 niños utilizando el servicio, un 15% por debajo de la demanda habitual. “Normalmente el 80% de los alumnos van al comedor, pero este año menos”, comenta el docente.

Pese a la caída de demanda, el colegio ha tenido que implantar un segundo turno de comida para poder garantizar la distancia social entre los escolares. Los de Infantil, primero, segundo y tercero de Primaria almuerzan en la primera tanda, y los de cuarto, quinto y sexto en la segunda.

Para que todos tuviesen el tiempo suficiente para comer y poder coger el autobús de vuelta a casa, los alumnos del primer turno pierden media hora de la última clase. “Ya procuramos que fuese con los tutores para poder recuperarla”, apunta el director.

En el comedor los escolares se colocan en zigzag, de forma que ninguno tiene enfrente ni al lado a otro compañero. Y es que hay que tener en cuenta que mientras comen están sin mascarilla.

También en A Lomba se ha implantado el doble turno para poder dar cabida a todos los alumnos. Son 202, es decir, el número justo de plazas. Así, se ha eliminado la lista de espera que el único colegio con cocina propia de Vilagarcía solía registrar todos los años, de entre 35 y 40 escolares, cifra el secretario del centro.

Aún así, no es posible garantizar la distancia en todos los casos, por lo que próximamente colocarán mamparas en determinados sitios.

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