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Citan a los afectados por la expropiación para abrir una calle en la parroquia de Lores

El proyecto contempla el derribo de un muro | Un emparrado y árboles frutales deben ser retirados para ejecutar la obra

Corporación de Meaño durante un debate plenario. | // IÑAKI ABELLA

El gobierno local meañés ha emplazado a los tres afectados por las expropiaciones de la apertura de una calle en Lores, y tras el fallo del tribunal de justiprecio para verificar y proceder al pago de las cantidades asignadas. La cita se ha fijado para el 10 de noviembre a las 10 de la mañana en el consistorio, y los emplazados para los abonos son el Banco Santander, Manuel Rosal Viñas y herederos Gerardo Gómez Trelles. Dicha expropiación supondrá un desembolso de 27.180 euros, lo que se traduce en 3.042 euros más de los inicialmente fijados en la oferta inicial. La partida mayor corresponde a una finca del Banco Santander, de 750 m2, por la que inicialmente se ofrecía 19.987 euros, cifra que el tribunal de justiprecio elevó a 23.207 euros. La finca en cuestión incluye también un muro de contención de piedra, otro de cierre y un tercero de hormigón, una malla metálica y el traslado de un portal, más la compensación por un árbol frutal que ha de ser talado.

Por su parte al vecino Manuel Rosal se le ocuparán terrenos de dos de parcelas suyas, una de las cuales se les expropia 50 m2, con traslado de emparrado y retranqueo de un muro en piedra y otro en hormigón. Y a herederos de Gerardo Gómez se les ocupan tan sólo 18 m2, pero que obliga también en su caso a un retranqueo de viñedo.

En el pleno del pasado mes de junio la corporación aprobara por unanimidad, y tras el fallo del tribunal de justiprecio, la adquisición de esos terrenos, para la apertura de una calle de 130 metros de longitud en Lores. Responde a un proyecto que viene latente desde el año 2012, y que tiene por objeto comunicar la carretera con la iglesia parroquial, y que alivie la situación así del vial interior, estrecho en exceso y que dificulta la circulación en ambos sentidos, que es el único acceso a templo, situación que se agrava en funerales y días de fiesta.

Por ello la apertura de la calle permitiría usar el área recreativa del centro de Lores como bolsa de estacionamiento, y desplazarse luego la gente a pie hasta la iglesia que distaría entonces escasos metros en línea recta. La tramitación del proyecto se dilató en el tiempo dado que obligaba a la redacción de plan urbanístico especial dentro del PXOM, cuya aprobación inicial arrancaba en el año 2013, y que precisó pasar desde entonces por diferentes instancias, caso de Urbanismo, Patrimonio y Carreteras entre otros.

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