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Los hosteleros dan por perdido el puente, temen “la ruina” e intentan reinventarse

Dicen estar “con el agua al cuello” por el Covid y las restricciones introducidas | “Hemos dejado de dar cenas; los clientes temen tanto contagiarse como ser sancionados”, proclaman

Los hosteleros buscan todo tipo de iniciativas para tratar de subsistir y conservar su clientela. | // FDV

Cartel del espacio gastronómico Derby Vilagarcía que anuncia cambios en sus horarios habituales. | // FDV

Pepe Solla.

Manuel Gómez.

El sector hostelero arousano pide ayuda. Los empresarios dicen rozar “la ruina total” a causa del coronavirus y sostienen que las medidas preventivas introducidas para frenar el avance de la pandemia son “la puntilla que acabará destrozándonos”.

Citan como ejemplo el toque de queda, “que ha conseguido que la gente deje de salir por las noches”, y los confinamientos decretados a lo largo y ancho de España, que van a impedir la movilidad en el próximo puente festivo “y harán que en Galicia estemos completamente aislados”.

“No esperamos la llegada de clientes de fuera, ya que las reservas son inexistentes; lo cierto es que no esperamos nada de nada, puesto que incluso hemos comprobado que muchos que habían reservado hace tiempo, han decidido cancelar”, lamentan en diferentes hoteles.

Caída de ventas “alarmante”

“El ritmo de comidas ha bajado de manera alarmante, hemos dejado de dar cenas, porque la gente tiene tanto miedo a los contagios como a salir por la noche y ser sancionados si están en la calle después de las once, por eso prefieren no arriesgar y ya no salen a cenar; muchos ni siquiera vienen a tomar un vino o una copa”, apostillan en diferentes restaurantes.

Si a esto se suma que los locales de ocio nocturno “están cerrados, y prácticamente enterrados, desde hace mucho tiempo –proclaman en el sector hostelero arousano–, es fácil de entender que todos estemos desesperados, que tengamos que cesar la actividad o que debamos despedir a trabajadores”.

Es por ello que unos y otros piden unas ayudas que “nunca llegan” y, a la espera de acontecimientos, intentan resistir como buenamente pueden, algunos reinventándose por completo.

Y eso en el caso de los que aún siguen abiertos, ya que hay otros negocios que decidieron cerrar temporalmente sus puertas, a la espera de que el temporal amaine, mientras que otros meditan hacerlo definitivamente porque no ven esperanza alguna en el horizonte.

Los que quieren luchar para intentar superar esta crisis lo hacen incorporando nuevos servicios o apostando por la comida para llevar, ya sea entregándola bajo demanda a sus clientes en sus propios locales, o bien enviándola a domicilio a través de empresas propias u otras externas en creciente expansión, como sucede con la grovense Caylu.

Adaptan los horarios de cocina, cambian sus cartas y solicitan a los clientes que acudan antes a cenar

El coronavirus está causando estragos en el sector hostelero. La reducción de clientes en los diferentes hoteles y restaurantes de la comarca es notable, y mucho más desde que se estableció el toque de queda y es necesario que los ciudadanos estén de regreso en sus casas antes de las once de la noche. Es por ello que el sector se ha visto obligado a buscar nuevas herramientas con las que atraer a sus clientes o, al menos, tratar de mantener al mayor número posible. Esto se nota en las campañas lanzadas a través de las redes sociales animando a los arousanos a salir antes de casa para anticipar la cenas y así poder respetar las normas de confinamiento. Son muchos los negocios que lanzan mensajes claros pidiéndoles que adelanten las cenas y que, en consecuencia, han tenido que modificar sus horarios de cocina. También los hay que han decidido cambiar sus cartas y servicios, hasta tal punto de que negocios que disfrutaban de sus mejores momento al caer la noche ahora ven truncadas todas sus expectativas, por lo que tratan de reforzar el servicio de almuerzos y, en algunos casos, el de desayunos. Los hay que funcionaban desde las 12.00 o 13.00 horas hasta cierre, a veces bien entrada la madrugada, y ahora abren entre las 8.00 y las 10.00, introduciéndose en el segmento de los desayunos y permaneciendo abiertos hasta las 23.00 horas.

Pepe Solla se suma al servicio creado en O Grove

El afamado cocinero Pepe Solla se incorpora a la plataforma de entrega a domicilio Caylu, una franquicia fundada en O Grove a raíz del confinamiento que presta sus servicios en esta localidad, Sanxenxo, Pontevedra y, muy pronto, Vilagarcía y comarca. Se suma a Pepe Vieira y otros laureados chefs que confían en el servicio lanzado por empresarios como Beatriz Castro “para llevar nuestros platos más icónicos en las mejores condiciones al domicilio de nuestros clientes”. Quiere empezar “con un número de pedidos limitado cada día, para que lleguen tan ricos como cuando se saborean en nuestra casa”. Es, no cabe duda, una forma de capear la crisis provocada por la pandemia, como lo es la elaboración en Casa Solla de “un menú pensado para las empresas que va a funcionar de martes a viernes; un concepto distinto que se adaptará mejor al ritmo de cada firma y podrá saborearse en nuestro restaurante”. El propio Pepe Solla declara que la actual es “una situación rara ante la que no podemos permanecer de brazos cruzados, de ahí que queramos adaptarnos y dar soluciones a todas las necesidades que se planteen”.

“Debemos adaptarnos a las nuevas reglas”

Manuel Gómez es otro de los empresarios adheridos a la plataforma de reparto Caylu. Lo hace a través del restaurante vinoteca La Baldosa, en pleno centro de Vilagarcía. Como Pepe Solla, Vieira y tantos otros, cree necesario que su producto llegue al cliente en óptimas condiciones, ya que no se trata del típico reparto de comida rápida, sino del envío de platos que requieren de “un mimo especial” en su elaboración y transporte. Sabe que la crisis “nos obliga a todos a cambiar de hábitos, y en el caso de los hosteleros debemos adaptarnos a las nuevas reglas del juego para seguir prestando el mejor servicio a nuestros clientes”.

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