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Alma Rodríguez, matrícula de honor por su investigación sobre Ernesto Goday

La joven historiadora grovense mantiene vivo el legado del insigne pintor e insiste en la necesidad de organizar una exposición con la idea de dar a conocer su prolífica obra

La historiadora grovense Alma Rodríguez, firme defensora del trabajo de Ernesto Goday. | // FDV

Hace dos años FARO DE VIGO desveló que la historiadora del Arte por la Universidade de Santiago de Compostela Alma Rodríguez, había sido seleccionada por el Concello de O Grove para realizar el trabajo de investigación para catalogar la obra del pintor Ernesto Goday Caamaño.

Ahora se sabe que su intensa y fructífera investigación le ha permitido conseguir matrícula de honor en su trabajo de final de máster.

Completa así, del mejor modo posible, dos años de “investigación y búsqueda de estrategias” para la puesta en valor de la obra pictórica del insigne artista meco.

Lo hace con el trabajo final del máster en Conservación del Patrimonio Cultural realizado en la Universidad Complutense de Madrid, titulado “Propuesta de documentación y puesta en valor de la obra del pintor figurativo Ernesto Goday Caamaño: la planificación de una exposición temporal antológica”.

Un documento que, como ella misma explica, “desarrolla un exhaustivo proceso de registro y documentación de toda la información recogida en el archivo personal del pintor a través de fotografías, cartas, artículos de prensa, antiguos inventarios, cuadernos de notas y otros documentos”.

También estableció “un proceso de registro de la información gráfica y textual aparecida en los reversos de fotografías y de cuadros, con el fin de garantizar la preservación de la información a largo plazo”.

Dicho de otro modo, que salvaguardó “toda la documentación que pertenece a las obras y forma parte de lo que se conoce como memoria artística, que es, al fin y al cabo, el registro histórico de su creación”.

Alma Rodríguez detalla que “la conservación de los objetos culturales implica también la conservación de todos los datos que se conocen de ellos”, y hace hincapié en que “la recuperación de estas fuentes permitió la reconstrucción de la evolución pictórica de Ernesto Goday en una vida dedicada a retratar los valores diferenciales de los pueblos gallegos de la costa atlántica y su relación con el mar”.

Cuando se le pregunta por las razones que la llevaron a realizar este importante trabajo, responde que lo hizo ante “la necesidad de rescatar, valorar y difundir la importancia patrimonial de la obra visual del pintor”. Y de este modo puso los cimientos “para integrar su figura dentro de la historia del arte gallego” y lograr que Goday sea reconocido “como parte del acervo cultural de O Grove”.

Fue aquí, en la villa natal de ambos, donde el pintor construyó “un universo pictórico que parte de un sentido antropológico, y que convierte su obra en la evidencia histórica de la identidad de un pueblo ligado a los modos de vida marítimos que Goday plasmó con delicadeza y gran calidad plástica a partir de la representación de los rasgos característicos de la sociedad de su época”, relata la joven investigadora.

Respecto a la valoración del tribunal en la exposición del trabajo de fin de máster, reconoce que “fue excelente”, lo cual la llena de orgullo. Y más aún por tratarse de “profesionales en la materia”. Los mismos que, asevera, “incidieron en la importancia de visibilizar esta obra dentro de la sociedad a la que pertenece, apoyando la propuesta de organizar una exposición temporal dedicada al artista como una de las estrategias fundamentales para la activación y difusión de su obra pictórica”.

De este modo insiste en la idea barajada por el Concello en el sentido de exponer el trabajo de Goday. Y lo hace sin perder de vista otros proyectos en los que trabaja, entre ellos un estudio en el que participan tres investigadores más basada en el hallazgo de una obra muy temprana del pintor localizada en O Grove.

Parece que, a través de un testimonio oral, “se estableció una conexión entre esta pintura y un relato acontecido en uno de los contextos más oscuros de nuestra historia, como fue la Guerra Civil”.

Es un cuadro que se conecta “con dos de los pintores más destacados del siglo XX, Frida Kahlo y Diego Rivera; una historia increíble la que pretendemos dar un formato audiovisual, aunque todavía queda un arduo estudio por delante”, reconoce.

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