Gracias a la renovación de su “Obradoiro de Hostalería”, el Concello de O Grove ha conseguido que los fogones de A Lanzada sigan permanentemente encendidos. Incluso después de que la vieja escuela comarcal de hostelería abandonara las instalaciones del centro vacacional-posada pertenecientes a la Diputación de Pontevedra.

En este lugar reciben formación alumnos que quieren labrarse un futuro en el sector, lo cual hace que se impartan clases teóricas y prácticas a diario que permiten formarlos para ser auténticos profesionales y servirán, además, para ofrecer mano de obra especializada al sector de la hostelería y la restauración.

De ahí que en las últimas semanas se mostrara a los estudiantes cómo catar vinos, hacer cócteles, manejar los mejores quesos o utilizar algunos de los productos de más calidad que pueden encontrarse en la comunidad, entre ellos Ternera Gallega, uno de los sellos de calidad más populares.

Un momento de la clase. FdV

Esta acción formativa cuenta con el apoyo de auténticos maestros de la cocina. Entre ellos Álvaro Fuentes, máximo responsable de los restaurantes Meloxeira y O’Toro, además de ser uno de los chefs mejor valorados en O Grove y la comarca.

Junto a su equipo, integrado por Paula Parada y Sandra Gómez, protagonizó un “showcooking” que resultó de gran ayuda para los alumnos de la escuela participantes en los módulos de cocina y restaurante.

El afamado cocinero fue capaz de transmitirles su amor por la cocina y familiarizar a los estudiantes con conceptos fundamentales en cualquier buena receta o producto, como son la calidad del mismo y su frescura. Y lo transmitieron a través de tres platos elaborados de forma magistral, tales como un ceviche, unas vieiras con foie y una fideua de pescado.

La presentación del "Obradoiro de Hostalería", en noviembre de 2019. Muñiz

Así lo transmite el equipo docente del “Obradoiro de Hostalería A Lanzada II”, donde destacan que gracias a la clase impartida por Álvaro Fuentes “los alumnos han podido ver su modo de trabajar, conocer algunos de sus secretos, despejar dudas e interesarse por las diferentes técnicas empleadas en la cocina profesional”.

Compenetración

Pero eso no es todo, sino que los alumnos de sala pudieron “reforzar su compenetración con los trabajadores de cocina y formarse para prestar un servicio excelente”, explica Marta Martínez, una de las responsables de la escuela.

El resultado de esta experiencia fue “un auténtico lujo que hemos podido disfrutar en los fogones del Obradoiro”, recalca tras señalar que “también se organizó una cata con tres vinos diferentes, como fueron un albariño, un ribeiro y otro de Jerez”.

Te puede interesar:

En este maridaje parece que Paula Parada “ha jugado con las temperaturas, sabores, matices y aromas en una cata ciertamente enriquecedora para los alumnos, que se encuentran abordando actualmente los módulos formativos de vinos y bebidas”.