Hondo pesar en el deporte de la canasta

La muerte de Araceli Oubiña también ha sido un duro mazazo para muchísimas personas vinculadas al mundo del baloncesto en Cambados y en Vilagarcía.

Criada en el barrio de San Tomé, Araceli era la menor de tres hermanos. Ella encontró en el baloncesto su primera gran pasión y el Xuven encontró en ella a una lideresa sobre la que cimentar sus equipos femeninos. Siempre con su padre José siguiendo sus evoluciones, se convirtió en protagonista en victorias históricas como la conseguida ante el Xuncas de Lugo o el Celta, algunas cuando todavía se jugaba al aire libre en las pistas del colegio cercano a su casa.

Su calidad no pasó desapercibida para los referentes del baloncesto femenino de aquellos primeros años 80,. Luego los estudios fueron ganando el tiempo a su deporte cuando las rodillas dijeron basta. El mismo que luego la convirtió en entrenadora, tanto en el propio Xuven como en el Cortegada de Vilagarcía, ciudad en la que residía y en la que también dejó una gran impronta por su enorme calidad humana.

Sorprendía a todos los que la conocieron su enorme entereza a la hora de afrontar su enfermedad. A ello sumaba una fuerza interior que le permitía llevar adelante numerosos proyectos, todo en beneficio de la investigación y de la esperanza de vida de mujeres que pelean contra el cáncer de mama.

Precisamente, la muerte de Araceli Oubiña llega un día después de la celebración del Día Mundial del cáncer de mama. El último que pudo celebrar en vida, pero en el que se le recordará siempre en venideros años como sinónimo de lucha y entrega a la causa.

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