La emblemática "calle de vinos" A Baldosa lucha por resurgir como punto de encuentro
A pesar de la pandemia, incorpora a su oferta dos nuevos negocios con los que revertir su difícil situación - El Covid agudizó su declive, que había comenzado hace tiempo

La calle peatonal A Baldosa, históricamente la "zona de vinos" de Vilagarcía, ayer. / // FdV
Vilagarcía
La calle de vinos por excelencia en Vilagarcía, A Baldosa, intenta resurgir de sus cenizas. Lo hace a pesar de todas las adversidades, pues a la crisis económica que se arrastra desde hace años, y que se llevó por delante varios de sus negocios, se sumó la pandemia del Covid, con todo lo que esto supone.
Pero a pesar de la difícil situación sanitaria y las restricciones que conlleva, a finales del pasado verano abrió sus puertas un nuevo establecimiento de hostelería, y hace solo unos días comenzó su andadura otro más.
Hay que recordar que en agosto de 2019 los propios hosteleros recurrieron a FARO para alertar públicamente de la progresiva pérdida de peso de A Baldosa, como punto de encuentro para vilagarcianos y visitantes. Pedía ayuda para "acabar con el declive" de la zona y, sin dejar de entonar el mea culpa, instaban al Ayuntamiento de Vilagarcía a tomar "medidas urgentes" para "salvarla y revalorizarla".
La progresiva pérdida de liderazgo de A Baldosa llegó a su punto culminante con el invierno y el brutal descenso de clientes. Tan notable que, a principios de marzo, y también a través del decano de la prensa nacional, los hosteleros insistían en mostrar su preocupación y alarma ante la desangelada imagen que mostraba A Baldosa a diario.
Lo que nadie se esperaba entonces era que fuera a aparecer en escena el coronavirus y que con este "bicho" llegaran el estado de alarma, el confinamiento y las restricciones en los locales de hostelería.
Es por todo ello que A Baldosa, como sucedió con otros lugares emblemáticos de la ciudad y la comarca, tocó fondo. Por eso ahora hay empresarios que quieren ver la luz al final del túnel, convencidos de que la apertura de dos nuevos negocios en plena pandemia es una buena señal y un refuerzo para recuperar la emblemática zona de vinos de Vilagarcía.
Se trata, además, de dos locales que tratan de marcar diferencias apostando por un estilo propio y que, en consecuencia, pueden sumar enteros al conjunto de la oferta de la calle y la ciudad.
Máxime cuando están patroneados por dos de los empresarios más experimentados y creativos de Vilagarcía. Uno de ellos es Martín, que abrió las puertas de La Atlántica -en lo que hace décadas era el Xesteira- y al que muchos conocerán por su papel en locales como el Diurno o el Bianco.
El otro hostelero de referencia es José Rodríguez "Pachi", que ya está presente en A Baldosa con la cafetería vermutería Stocolmo 2.0, donde antiguamente se asentaba el "bar de Vicente" -el Xentes-, y que ahora estrena etapa con un original local bautizado como Lili Marleen. En el mismo bajo donde en años previos estuvieron el Marimorena y el bar Centro.
Estos negocios, como queda dicho, contribuyen a enriquecer una oferta también participada por el bar A de Toño y las cafeterías Insuíña y Grettel. Eso sin olvidar los dos templos de la gastronomía que forman parte de la historia de la ciudad, como es el caso de los restaurantes-vinoteca Xoxe´s, con Seso Paz al frente, y del La Baldosa, regentado por Manuel Gómez en el número 7, el mismo bajo que históricamente ocupaba Casa Román.
Así pues, son ocho locales de hostelería de A Baldosa cuya presencia debe contribuir a animar la calle y su entorno, como también sucede con los situados en el tramo que avanza hacia la plaza de O Castro y los ubicados en las calles anexas Valentín Viqueira y Méndez Núñez, tales como el Mareas Vivas, la tapería El Trastero, Sold Out, Gotham, La Bolsa, Doña Tapa, La Malquerida y tantos otros.
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