La rehabilitación del puente sobre el Umia completa la senda de la Vía Verde do Salnés

La segunda fase de la Vía Verde do Salnés, a cargo de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, está a punto de concluir. Su principal infraestructura es el puente sobre el río Umia que completa el trazado de esta senda peatonal y ciclista de algo más de nueve kilómetros que une los municipios de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas. Como ya ocurrió en la primera fase, los usuarios de este tipo de itinerarios optaron por utilizarlo aunque no esté abierto de forma oficial, ya que faltan algunos elementos del mobiliario y señalización establecidos en el proyecto.

El puente sobre el río Umia es el último eslabón de la Vía Verde hacia Portas y está completamente acabado y sin las vallas de obra de los últimos meses. También aparece alguna señalización en este itinerario, indicando a los usuarios la compatibilidad de uso por ciclistas y peatones y advirtiendo que estos últimos tienen prioridad, por lo que las bicicletas no podrán circular a más de 10 kilómetros por hora.

También aparecen en las explanadas de descanso de la ruta unos elementos de madera en combinación con el paisaje para el estacionamiento de las bicicletas con el fin de que los ciclistas puedan hacer un descanso mientras observan la naturaleza.

Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente indicaron que las obras de su responsabilidad en la Vía Verde están prácticamente terminadas y solo quedan los últimos retoques, ya que lo último que se colocará en este trayecto serán los elementos de mobiliario. Una vez que se comunique la finalización de la obra, los técnicos del departamento autonómico comprobarán la actuación para iniciar el trámite de recepción de la obra.

La primera fase de la Vía Verde do Salnés, cofinanciada por la Diputación de Pontevedra y los Concellos de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, fue inaugurada oficialmente en el mes de agosto, aunque ya llevaba algún tiempo en funcionamiento.

El itinerario medioambiental que recupera un tramo abandonado de las vías del ferrocarril, comienza en Abelle, lugar de la parroquia de Rubiáns, en el término municipal vilagarciano, para continuar por la parroquia caldense de Godos que la atraviesa.

La senda salva el río Umia mediante un viaducto de entramado metálico que en su día fue considerado una de las grandes obras de la ingeniería ferroviaria.

El trazado entra en el municipio de Portas para llegar a la antigua estación del tren, junto a otro elemento de interés patrimonial como es la chimenea de la vieja azucarera, hoy reconvertida en centro cultural municipal.

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