Las pérdidas en la producción de berberecho en la autorización marisquera de la playa Compostela son totales. Así lo constataron los miembros de la agrupación de mariscadores a pie de la cofradía de Carril que ayer acudieron al arenal para proceder a la limpieza de la zona y comprobar los daños causados por la borrasca Alex. La situación se suma a los problemas acumulados por temporales anteriores que ponen contra las cuerdas la economía de este colectivo, lo que les lleva a solicitar el cese de actividad por, al menos, 3 o 4 meses.

La acumulación de algas, aunque espectacular por el manto verde formado sobre la playa, no ha sido la causante de la muerte del berberecho sembrado recientemente porque debajo de ellas no se observaba la zona negra o en mal estado. El problema fue que el temporal provocó un movimiento de los fondos marinos y levantó los áridos, formando una especie de muro en la playa y dejando a la intemperie las semillas de bivalvos aún pequeñas para resistir los embates de la borrasca. Se podía observar en orillamar la acumulación de pequeñas conchas de berberecho.

Ante esta situación la agrupación de mariscadoras a pie no tuvo más remedio que demandar la presencia del biólogo de la cofradía para que certifique la muerte de los bivalvos y realice el muestreo correspondiente para determinar las causas de esta catástrofe que se llevó por delante nada menos que 80.000 euros en semilla de moluscos, además del trabajo de limpieza y preparación del terreno para la siembra del marisco.

La situación catastrófica para el marisqueo en la playa de Compostela es solo una parte de la sucesión de golpes que ha encajado la economía de los miembros de la agrupación de mariscadores a pie de Carril.

El presidente de este colectivo, Rolando Vidal Mouriño, expuso que las economías de las 86 personas de esta agrupación ya estaban al límite debido a las consecuencias de los anteriores temporales de diciembre de 2019 y enero y febrero de 2020 que afectaron especialmente a los bancos marisqueros de la zona de Os Lombos y de la playa de Bamio.

"Después de estas riadas, tuvimos en Os Lombos una mortandad del 70% de almeja japónica y casi el 100% del berberecho. Con la escasa producción que nos quedó viva fuimos subsistiendo de la manera que pudimos para poner los bancos en valor. Hemos reducido los topes de capturas por la escasez del marisco, fuimos aguantando, pero ahora ya no podemos más. Ya damos por perdida la campaña de Navidad que es muy importante para nosotros. Estamos en una situación muy mala, por lo que hemos solicitado a la Xunta de Galicia que decrete el cese de actividad, que atienda los informes de los biólogos. Estamos a la espera de una respuesta. Los bancos marisqueros necesitan un tiempo de recuperación para que vuelvan a ser productivos" puso de manifiesto el presidente de la agrupación de mariscadores de Carril.