"A Francesa" será hija adoptiva de Cambados a título póstumo

El Concello reconocerá a Dolores del Valle zanjando una deuda histórica con una de las grandes benefactoras del municipio

Dolores del Valle, "A Francesa" en una foto de la revista Cen Follas

Dolores del Valle, "A Francesa" en una foto de la revista Cen Follas

Redacción | Cambados

María Dolores del Valle Béchade, más conocida como "A Francesa" será reconocida en el pleno del próximo jueves como hija adoptiva del municipio a título póstumo. El objetivo del Concello de Cambados es zanjar una deuda histórica con una de las grandes benefactoras del municipio, una mujer adelantada a su tiempo y que siempre se preocupó por el bien de todos los cambadeses, con la cesión de terrenos al patrimonio municipal, como fue el de A Mercede.

Nacida el 24 de abril de 1885 en la ciudad francesa de Angôuleme, viajaría con su familia muy joven a la ría de Arousa, gracias a la amistad que su padre mantenía con el profesor Manuel Burillo. Diez años después de su nacimiento, la familia compraría la casa natal de Francisco Asorey y, en 1902, el pazo de Serantellos. Los hechos por los que será nombrada hija adoptiva se remontan a 1930, cuando los jóvenes de la época pudieron contar con un campo de fútbol en el que desarrollar esta actividad, tras la cesión en 1932 de los terrenos que tenía la familia en O Pombal. El campo de fútbol de A Merced llevaba el nombre de uno de sus hermanos y fue inaugurado con un partido del Juventud Fútbol Club, equipo que ella misma presidía, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en ocupar ese cargo en una entidad deportiva.

Dos años después, en 1934, Dolores del Valle promovió la construcción de uno de los edificios más importantes para la juventud, el Auditorio de Cambados que, en un primer momento, fue sede de Juventud Católica. A Francesa intercedió ante María Izquierdo Zárate parta que donase los terrenos.

Conocedora de las dificultades de las mujeres para acceder a la educación, A Francesa compró el edificio frente al parque de Torrado para abrir en el la Juventud Femenina de Acción Católica que, tras la Guerra Civil, sería convertido en escuela, donde ella misma y una sobrina daban clase a personas mayores En 1947, Dolores del Valle, junto con su familia, tomó la decisión de entregar a la congregación salesiana el pazo y la finca de Serantellos, convertido desde entonces en una de las grandes referencias educativas de la comarca.

Sus últimos años los pasó en el pazo de Serantellos, donde acabaría falleciendo el 11 de octubre de 1967, a los 82 años de edad. Fue enterrada en el panteón familiar, de estilo neogótico, que se encuentra a los pies de las ruinas de Santa Mariña.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents