Si hay dos sectores que están sufriendo con mayor crudeza los efectos de la pandemia y las restricciones que llevan aparejadas, esos son el pequeño comercio y la hostelería, sumidos en una crisis de ingresos desde el pasado mes de marzo y a los que las nuevas medidas pueden condenar definitivamente. Así lo reconoce Juan Rey, presidente de la asociación de comerciantes de Cambados Zona Centro, al afirmar que "el golpe lo estamos llevando desde el pasado mes de marzo, por eso estamos tratando de implantar medidas que den seguridad a nuestros asociados para que el palo sea menos terrible". Ante todo lo que está sucediendo, Rey reconoce que no les queda otro camino "que reinventarnos y buscar nuevas vías".

En ese aspecto, su asociación está trabajando con el pequeño comercio para lanzar campañas importantes para la venta por internet, para que "el cliente siga viendo al pequeño comercio como el lugar adecuado para seguir haciendo sus compras". Lograrlo no será sencillo, sobre todo en un mes de octubre que "acostumbra a ser bastante parado y a las puertas del Black Friday, una campaña de ventas que beneficia a las grandes plataformas y está afectando mucho al pequeño comercio".

Rey insiste en que los clientes pueden acudir tranquilos a los establecimientos comerciales de Cambados ya que "todos han adoptado las medidas necesarias para que las compras sean seguras".

Desde que se inició la pandemia, Rey sostiene que "más que cierre de establecimientos, lo que se está notando es que no abren nuevos comercios, especialmente en sectores como el textil o el calzado, que llevan mucho tiempo llevando palos con las sucesivas crisis que estamos soportando". Insiste en que la gente se está echando atrás a la hora de "dar el paso para abrir un negocio, porque la situación no es nada favorable".

La hostelería también se enfrenta a unas restricciones importantes que pueden suponer un duro golpe para el sector, tal y como reconocía ayer el propietario de un establecimiento hostelero. Estos establecimientos tienen limitado al 50% el aforo interior y al 75% en las terrazas, sin la posibilidad de consumir en la barra.

En la plaza de abastos, efectivos de Protección Civil de Cambados realizaron control de acceso, al haberse limitado al 50% el aforo. Esto provocó algunas colas en el exterior en las que Protección Civil se encargó de mantener la distancia de seguridad entre los compradores. El casco urbano también acogió ayer la celebración del tradicional mercadillo de los sábados, una actividad que estuvo marcada por la ampliación de la zona destinada a los puestos y la aplicación de la distancia de seguridad entre ellos para evitar que se registrasen aglomeraciones alrededor de los mismos. El mercadillo ocupa ahora también la Rúa Nova para garantizar la separación mínima de un metro y medio entre puestos.