El Ayuntamiento de O Grove tendría que estar, a estas alturas del año, inmerso en plena Festa do Marisco. Pero la pandemia ha impedido celebrar este evento, nacido hace casi sesenta y considerada la mejor cita gastronómica de España.
Las consecuencias de la suspensión son más que evidentes, como se comprueba solo con dar un rápido paseo por las desangeladas calles mecas.
El coronavirus, que causó estragos en el tejido comercial y empresarial de la localidad, pero que, al menos, respetó los meses de julio y agosto, machaca ahora tanto a hosteleros como a restauradores. Y no solo a los del municipio de O Grove, ya que de haberse celebrado la Festa do Marisco también habría hoteles llenos desde Pontevedra hasta Santiago.
No cabe duda de que se trata de un serio revés para la localidad y el conjunto de la comarca de O Salnés, donde la masiva afluencia de turistas en pleno mes de octubre, atraídos por la Festa do Marisco, es para muchos una tabla de salvación.
De esta manera, con las reservas hoteleras bajo mínimos en la mayoría de los establecimientos, con otros ya cerrados y con restaurantes a medio gas, la temporada turística que siempre se alarga en esta localidad arousana puede darse por finiquitada.
Y es así para pesar del sector turístico y del Concello, cuyo alcalde, José Cacabelos, presentó al Consello Local de Turismo las cuentas de la pasada edición de la fiesta. De este modo se sabe, por ejemplo, que el de 2019 fue el tercer mejor evento gastronómico de la historia en cuanto a facturación, con 735.855 euros obtenidos tras la venta de 145.008 raciones.
Por su parte, los gastos se elevaron a 971.817 euros, de los cuales 226.088 se destinaron a eventos culturales y conciertos. Quiere esto decir que el déficit generado por la vertiente puramente gastronómica de la fiesta fue de unos 10.000 euros, "lo que implica una mejora cualitativa y cuantitativa importante con respecto a otras ediciones, cuando el déficit alcanzaba cifras de seis dígitos".
Esto lleva al gobierno del socialista José Cacabelos a realizar una "valoración más que positiva de la pasada edición de la fiesta, sobre todo teniendo en cuenta que fueron menos días, por no poder contar entonces con el tradicional puente festivo del Pilar".
Aquel 12 de octubre, por cierto, "se convirtió en el día con más raciones vendidas desde los orígenes de la fiesta".
Buscan alternativas
Este mes, como que dicho, todo es muy diferente, de ahí que el ejecutivo y el Consello de Turismo incidan en la importancia de la Festa do Marisco y lamenten el impacto derivado de su suspensión en la dinamización económica de la localidad y de Galicia.
Es por ello que el máximo mandatario reitera la necesidad de poner en marcha "proyectos impulsores del municipio que mantengan la seguridad que está demostrando O Grove e incidan en su calidad y viabilidad como destino turístico de referencia, también durante el otoño".
