El proyecto Libera llegó ayer a la playa de Area da Cruz, en el municipio de O Grove, con el objetivo de estudiar que tipo de basura daña la costa y buscar fórmulas que puedan evitar esta situación.
En la actividad, impulsada por los colectivos SEO/Birdlife y Ecoembes, en colaboración con la Diputación de Pontevedra, participaron una decena de personas, el máximo permitido a causa de la pandemia de la Covid-19.
La intención, más que retirar toneladas de basura, algo imposible dada la cantidad de personas, era estudiar el tipo de residuos que el mar o los propios visitantes depositan en el arenal.
En ese sentido destaca la existencia de los microplásticos, restos de elementos elaborados con este material que están tomando muchos arenales y el de Area da Cruz no es una excepción. De hecho, durante las dos horas que duró la actividad se encontraron pequeños restos de bolsas, botellas y de artes de pesca.
Sin embargo, uno de los residuos que más llamó la atención a los participantes en la iniciativa fue la gran presencia de colillas, restos que, en su mayor parte, no llegan desde el mar, sino que son abandonados en la playa por los bañistas. Otra presencia importante fue la de bastoncillos y de palillos de batea, que acostumbran a desprenderse de las cuerdas de mejillón y acaban en las playas, donde pueden convertirse enc un problema si no se retiran.
Todos los datos recogidos ayer servirán para aplicar una metodología adecuada en futuras recogidas, en la que se emplearán aplicaciones para registrar los datos que formarán parte del barómetro de la basuraleza.
Esa información se incorporará a las bases de datos del Ministerio para la Transición Ecolóxica e o Reto Demográfico. La próxima cita del programa será el 3 de octubre en la playa de Nerga de Cangas, aunque está previsto regresar a la comarca de O Salnés a principios del próximo año. La fecha se fijará en función de la evolución que experimente el coronavirus.
En la actividad desarrollada en la jornada de ayer también participó la diputada provincial y edil grovense Noemí Outeda, así como varios vecinos del municipio meco.
