"La sala de ensayos es de apenas 100 metros cuadrados y con la banda al completo somos más casi el centenar. Ensayamos en condiciones sonoras pésimas, hacinados, en un local que semeja una sauna en verano, donde la música reverbera tanto que salimos, una vez sí y otra también, con dolor de cabeza". Quien así habla es el director de la BUMM -y a la par uno de los dos vicepresidentes de la agrupación-, Diego Javier Lorente López, que asumió la dirección de la banda en 2017, y bajo cuya dirección, entre otros galardones, se hizo con el preciado Flicorno D'Oro en Italia con un récord histórico de puntuación, amén de dos primeros premios en el Certamen Galego de Bandas de Música (años 21016 y 2019, y primer premio con la Banda Infantil en 2018).

"Nuestra prioridad -afirma- es una sala de ensayos digna, lo del auditorio o multiusos es ya una demanda del pueblo. Pero para que la banda pueda subsistir necesitamos de esa sala, y no sólo nosotros, sino también las otras bandas Infantil y la Xuvenil, que forman parte de la Escuela Municipal de Música. Con la situación del Covid ninguna de ellas podrá ensayar en esa sala: el protocolo marca un mínimo de 2,5 metros de distancia entre cada músico, así las cosas no podemos meter a más 12 juntos".

David Fiuza, quien fuera el director que dinamizó y catapultó esta banda entre 2007 y 2013 (le valía el primer premio, también con récord de puntuación en el "World Music Contest de Kerkrade"-2013), valoraba la sala meañesa: "he conocido muchos locales de ensayos bandísticos a lo largo de mi vida y, a mi pesar, tengo que decir que el de Meaño era y es, de largo, el peor de todos en cuantos trabajé o vi, máxime para una banda tan buena, de la que guardo un recuerdo enorme".

"Cuando llegué en 2007 para dirigir en Meaño -recordaba- ensayábamos en un local de la Casa de Música. Un par de años después el concello (entonces presidido por Jorge Domínguez) nos acondicionó el bajo del escenario, ganamos un local más amplio, aunque malo acústicamente porque el sonido reverbera muchísimo, pero sí más amplio. Fue un avance, pero es que entonces éramos 40 músicos. Luego la Banda y la Escuela de Música empezaron a crecer muchísimo, y cuando yo dejé Meaño en 2013 era ya evidente que el local estaba superado, se hacía pequeño, urgía un cambio que, lamentablemente y según veo en las redes sociales- aún ha llegado".

Actualmente el maestro Fiuza Souto dirige la Banda de Música de Lalín. "El coronavirus -admite- nos trae en jaque también a las bandas de música. Cierto que en Lalín, contamos no con uno, sino hasta con dos auditorios que nos permite afrontar actuaciones a pequeña y gran escala, pero todo eso, mismo los ensayos a lo grande, veo que no podrán hacerse".

La situación de la sala meañesa pervive desde siete años. En 2017 directivos de la banda, junto con la alcaldesa Lourdes Ucha empezaron a estudiar una reforma del escenario que nunca cristalizó. El actual regidor Carlos Viéitez se postuló en campaña con la propuesta de acristalar y acondicionar el escenario que, entendía, ofrecería la ansiada sala, poniendo como fecha septiembre de 2019. Una propuesta que, no obstante, técnicamente complicada por problemas estructurales no ha llegado aún. Ante ello, a inicios de este verano, el concello ofreció como solución temporal el reconvertir el pabellón de deportes de Xil en local de ensayo. Una opción que aceptaba de buen grado la banda, pero que hacía necesaria una inversión para acondicionar la parte del pabellón que oficiara como sala. Diego Rosal, directivo de la agrupación presente en el momento, refiere que "sobre la mesa se pusieron dos propuestas técnicas, una idónea, pero cara, y otra "low cost" que serviría para ir tirando. Primer se dejó correr a última hora ninguna de las dos fue aceptada por el concello". En relación al momento, tanto el regidor Carlos Viéitez como su edil de cultura han evitado pronunciarse.

La situación acabó generando este mes un cisma en el seno de directiva de la BUMM, que divide su composición entre padres (6 miembros) y músicos (otros 6), a lo que se añade, como trigésimo miembro, el director de la banda. La disensión se relacionaba con el camino a seguir en las reivindicaciones. Éste al final estalla con el comunicado que la junta hacía público el pasado viernes, y que el mismo regidor había recibido dos días antes, procurando una salida en entente a las partes. La situación generada conllevó incluso la intención de dimisiones en el seno de directiva, incluyendo al presidente Óscar Rial, si bien luego se recondujo. Consultado, el Óscar Rial evitaba confirmar tal extremo y pronunciarse sobre la situación, sí bien admitía que "nuestra posición es mantener ahora esta directiva hasta agotar mandato en diciembre, que es cuando vence".