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Debacle en la Variante Espiritual: "El barco no salió varios días por falta de peregrinos"

Un millar de personas harán este año el itinerario jacobeo por O Salnés, frente a las 8.000 del pasado - Los negocios privados sufren perjuicios económicos considerables

La mochila de Paula Francisco, llena de recuerdos de viajes. // Muñiz

Ocho mil peregrinos pasaron por Vilanova hace un año rumbo a Santiago; en este 2020 quizás no lleguen ni al millar. El coronavirus ha asestado un durísimo golpe a la Variante Espiritual, la alternativa al Camino Portugués a Santiago que sale de Pontevedra hacia O Salnés, en vez de continuar hacia el norte por Caldas de Reis. "Hemos tenido varios días sin un solo peregrino", afirma el encargado del albergue municipal de Vilanova. Acto seguido, añade que, "hubo días en que el barco ya ni salió porque no había el mínimo de cinco personas".

El Camino Portugués y la Variante Espiritual llevaban año tras año inmersos en un constante crecimiento. El SARS-CoV-2 lo ha cortado de cuajo. El albergue municipal de Armenteira recibió en julio a únicamente 160 personas; en agosto, solo durmieron en esas instalaciones 235. En lo que va de septiembre, apenas pernoctaron un centenar. Las cifras, proporcionadas por la responsable del albergue de Meis, revelan el dramático impacto que el coronavirus ha tenido sobre el fenómeno jacobeo, y sus repercusiones económicas.

En Vilanova, Emilio Fariña, voluntario que atiende el albergue municipal manifiesta que, "este verano no llegamos a los 200 peregrinos". En realidad, ha habido más viajeros, pues a diferencia de Armenteira, en Vilanova los caminantes disponen de más alternativas para dormir, como albergues privados, hoteles y hasta apartamentos. "Este año mucha gente se ha decantado por los alojamientos privados", al entender que encontrarán menos gente y, en consecuencia, tendrán menos riesgo de contagio.

Pero ni siquiera el trasvase de peregrinos de los albergues públicos a los privados sirve para aliviar la hemorragia de viajeros. "Los barcos salían el año pasado hasta cinco y seis veces al día en verano -explica Emilio Fariña-. Y este, salía una vez al día y con una media de entre cinco y siete personas". Incluso hubo días en que la embarcación no llegó a zarpar.

Más jubilados que jóvenes

Emilio Fariña sostiene que el peregrino post-covid es fundamentalmente una persona de edad avanzada. "Siempre hubo muchos jóvenes, pero este año apenas se ven".

Según explica el hospitalero de Vilanova, el Camino Portugués y la Variante han bajado en gran medida de afluencia por el cierre de numerosos albergues públicos en Portugal. Eso desanimó a muchos, al verse privados de los alojamientos más económicos. Y los jóvenes han sido los que en mayor medida han pagado esa falta de una red pública de camas.

Por lugares de procedencia, la encargada del albergue de Meis, indica que los más numerosos son los españoles y los portugueses, prácticamente por igual. También ha sellado la acreditación viajeros procedentes de Italia, Francia, Polonia y hasta Japón. Y un aspecto que le llama poderosamente la atención es que, "hay un porcentaje muy alto de peregrinos que repiten".

La Variante Espiritual do Salnés es una alternativa al Camino Portugués, del que se separa en Pontevedra. Allí, los peregrinos suben el monte Castrove por Poio y bajan hasta Armenteira. Después van a Vilanova, desde donde irán hasta Pontecesures, ya sea a pie o en barco.

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