La Cofradía de A Illa denunció ayer la existencia de un vertido incontrolado en la zona conocida como Pozo do Sal, en las inmediaciones de Gradín. Se trataba de un vertido de restos de escombro y de obra que apareció durante el fin de semana en las inmediaciones del mar, una circunstancia que el patrón mayor, Juan José Rial Millán, censuraba por tratarse de restos "muy contaminantes, ya que había poliuretano y otros elementos que, en el mar, son sumamente perniciosos".

Los vigilantes del pósito alertaron al 112 de su hallazgo, así como al Concello de A Illa, cuyos operarios procedieron a la retirada de los restos para depositarlos en el Punto Limpo de Monte das Formigas, que se encuentra relativamente cerca de donde se hallaron estos restos.

Millán no entiende como "contando con un Punto Limpo que está a unos centenares de metros y puede tratar todo tipo de restos, hay gente que prefiere cometer este atentado ecológico y medioambiental, sin darse cuenta de que, con el viento, una parte importante de esos restos acaba en el mar".

No es la primera vez que la Cofradía encuentra una situación similar. En las inmediaciones de la lonja, los vigilantes llegaron a encontrarse planchas de uralita abandonadas, un material con un gran poder de contaminación.