El campo de fútbol viejo del Concello de Valga se ha convertido en un posible foco de infección. Y no solo de coronavirus, sino de otras muchas enfermedades.

Las instalaciones, sobre todo en la parte de los vestuarios y los aseos, presentan un ruinoso e insalubre estado que bien puede dar lugar a infecciones o accidentes, sobre todo teniendo en cuenta que hay jóvenes que las utilizan como punto de encuentro, ya sea para hacer botellón o pasar el rato en medio de muebles y electrodomésticos destrozados, paredes mugrientas y todo tipo de desperdicios.

La denuncia de esta situación parte de los vecinos y la canaliza Manuel Castiñeiras, el concejal electo del grupo Valga Viva en la Corporación. Es él quien pone el grito en el cielo, alerta de la situación y responsabiliza al gobierno del conservador José María Bello Maneiro.