Hasta no hace mucho se creía que el notable aumento de delfines en rías como Arousa podría ser una de las causas de su progresiva desaparición. Pero un estudio reciente del BDRI, en el que se constata que ambas especies pueden interactuar e incluso compartir bancos de alimento, como se ha comprobado nuevamente el jueves, apunta que la causa principal de su marcha es la acción del ser humano. Particularmente, la creciente presencia de embarcaciones de recreo y el ruido que emiten, así como los efectos derivados de la actividad pesquera y acuícola. Es por ello que la marsopa suele evitar el interior de las rías, alejándose así del impacto humano causado por el tráfico de embarcaciones de motor.