Con el pulpo desaparecido de aguas gallegas, la nécora está siendo una tabla de salvación para muchos pescadores. La campaña extractiva de este crustáceo iniciada a principios de mes no permite lanzar las campanas al vuelo, pero al menos es un respiro para un sector castigado en exceso desde la aparición de la pandemia por coronavirus.

Hasta ahora, los registros aún provisionales reflejados en la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, indican que se despacharon 23 toneladas de nécora en la comunidad, por importe de 352.000 euros, frente a las 27 toneladas y 429.000 euros correspondientes al mismo periodo del verano anterior.

Aún con ligeros descensos de capturas e ingresos, puede decirse que las principales lonjas se mantienen en parámetros similares a los del año pasado.

La de Vigo es una de las referencias, con 4,5 toneladas subastadas por importe de 80.000 euros, seguida por A Coruña, con 4 toneladas (49.000 euros) y Ribeira, que vendió 3,5 toneladas de nécora (52.000 euros). Puede citarse también a O Grove, con 1,6 toneladas (38.000 euros), y Cangas, con 1,3 toneladas (26.000 euros).