Los atascos volvieron a repetirse ayer en la vía rápida de Sanxenxo, que avanza desde la Autovía do Salnés hacia A Lanzada.

Es una imagen que se produce cada fin de semana de buen tiempo que se ve agravada por un problema que parece tener difícil solución: el paso de peatones con semáforo -aunque este no funcione- instalados por el Concello de Sanxenxo en pleno istmo.

Cuando los usuarios cruzan entre la playa y el núcleo de población de A Revolta obligan a los vehículos a detenerse, lo cual hace que las retenciones aumenten en la vía rápida. Son muchos los que reclaman un paso elevado para evitar el caos circulatorio.