Consciente de que un municipio turístico como el suyo requiere de un esfuerzo extra en materia de limpieza, el gobierno socialista de O Grove vuelve a apelar a la colaboración ciudadana. Lo hace para garantizar un servicio de recogida eficaz y evitar problemas como los ruidos o los malos olores.

Juan Ramón Outeda, el edil de Limpieza, sostiene que en pleno verano la gestión de los residuos resulta particularmente complicada, y no solo porque aumenta de manera abrumadora la cantidad, sino también por las altas temperaturas y la necesidad de "respetar el descanso de los ciudadanos".

Dice esto porque en algunas calles "no se están respetando los horarios" de depósito de residuos orgánicos en los colectores -solo puede hacerse después de las 20.00 horas-, lo cual provoca malos olores. Además, hay problemas, en este caso de ruidos, con los contenedores de vidrio, que deben usarse antes de la medianoche.

Es por ello que el Concello va a desplegar una nueva campaña informativa, para dar cuenta de los horarios. Pero ya advierte de que, en caso necesario, no dudará en imponer las sanciones pertinentes.