El gobierno socialista de O Grove ha decidido anular el abastecimiento de agua en los lavapiés de sus playas, sobre todo presentes en A Lanzada. La medida se suma a otra similar adoptada hace años, no sin polémica, como fue la inutilización de las duchas existentes en las principales zonas de baño.

El alcalde, el socialista José Cacabelos, achaca la decisión a lo que considera un gasto “exagerado” y “alarmante” de agua. Y pone ejemplos, entre ellos que los surfistas lavaban su ropa en esos lavapiés.

Lamentan la "falta de concienciación de la población"

En un comunicado difundido a última hora de ayer, el ejecutivo meco habla de “un alarmante aumento del consumo” que pone en evidencia “una falta de concienciación de la población” sobre el cuidado del líquido elemento.

Es, básicamente, el mismo argumento que se manejó cuando hace casi una década se suprimieron todas las duchas, paa enfado de muchos de los usuarios.

Tanto es así que, al parecer, “en las pasadas semanas se duplicaron las cifras de consumo de años anteriores en un período similar”, sostiene el máximo mandatario.

"Desperdicio continuado"

Así pues, tras la polémica supresión de las duchas, “que fue una medida pionera consensuada por todas las fuerzas políticas, posteriormente aplicada en otras playas de Galicia y España”, según recuerda el primer edil, ahora llega el momento de los lavapiés, intentando nuevamente “reducir un descomunal consumo de agua y un desperdicio continuado de la misma”.

Alega el regidor que un verano tras otro se constata que el uso de los lavapiés “tampoco estaba siendo el correcto, pues se trata de un servicio pensando para que las personas puedan eliminar la arena de sus pies antes de subir a sus vehículos, y sin embargo se usan para lavar juguetes, materiales de surf y ropa, además de recogerse agua en recipientes para realizar limpiezas más amplias”.

Nada de esto responde a la “apuesta ecológica” del Concello, también presente en la decisión de eliminar la máquina cribadora de arena en playas como A Lanzada, recurrir a su limpieza manual, evitar la retirada de algas o eliminar papeleras de las zonas de baño.

Por si no fuera suficiente, también se cree que los lavapiés pueden convertirse en “focos de contagio” del coronavirus, “al acumularse mucha gente en torno a los mismos” esperando su turno.

Es por todo ello, sentencia el alcalde grovense, este Concello “considera necesario cerrar estas fuentes, informando a las personas usuarias de las playas de que es necesario que hagan una gestión más ecológica y consciente de su visita a los arenales”.

Servicios de calidad, a pesar de todo

A pesar de la carencia de duchas y lavapiés, y sin contar con bandera azul para ninguno de sus arenales, ya que el gobierno local decidió hace años prescindir de estos galardones, José Cacabelos insiste en que las playas de O Grove “cuentan con servicios de calidad y una buena aceptación por parte de quienes las visitan”, convirtiéndose incluso “en lugares de concienciación sobre la importancia de su conservación”.

Esto lo lleva a reiterar que “fueron de las primeras de Galicia en aplicar el sistema de eliminación de papeleras, indicando que los usuarios deben recoger los residuos que portan, y de las primeras que decidieron no eliminar las algas; todo ello medidas complejas pero necesarias para proteger el medio ambiente”.