Durante el confinamiento fue una de las zonas de Vilagarcía, junto con los jardines de Ravella, con un vecindario más activo para sobrellevar de la mejor manera posible la reclusión domiciliaria. Se trata de la Plaza del Quinto Centenario, donde los residentes de varios edificios se han convertido en una auténtica piña durante estos meses complicados. En Semana Santa organizaron desde los balcones una singular procesión del Santo Encuentro en tirolina, celebraron una Feria de Abril, el Día de la Madre y hasta su particular feria de atracciones de Santa Rita.

Al acabar el estado de alarma, los vecinos no querían dejar de disfrutar de esos grandes momentos juntos, por lo que se propusieron convocar una comida a través del grupo de Whatsapp una vez concluyese el periodo de alarma, precisamente para festejar su fin y el inicio hacia la "nueva normalidad". "Lo veía difícil, pero Pedro, Nuria y Lara, tres jóvenes de aquí, se encargaron de organizar todo", comenta el dueño de la Hamburguesería Jardín y vecino de la manzana.

Empezaron a contactar con "pulpeiras" y contrataron a la pulpería "A Boleira", de Caldas, que deleitó a los comensales con el preciado cefalópodo gallego, todo un manjar, sobre todo "á feira", como se sirvió en la I Fiesta Gastronómica Plaza Jardín.

En la plaza se concentraron más de cuarenta vecinos, repartidos en distintas mesas proporcionadas por la hamburguesería, que ayer cerró sus puertas hasta las cinco de la tarde para participar en la fiesta.

Como en los anteriores eventos, cada participante aportó algo; de hecho en las mesas se juntaron tortillas, empanadas, sándwiches y hasta tres tartas, todo ello elaborado por los residentes de la Plaza del V Centenario.

El bar se encargó de servir las bebidas y cada comensal llevó su propio vaso de casa. La comida salió a precio asequible: 12 euros por cabeza. Y el bote hasta llegó para comprar decoración para la plaza.