El barco pesquero "Chasula", reconvertido en aula flotante de naturaleza y plataforma de observación privilegiada de aves y mamíferos marinos, realizó ayer su primera singladura postconfinamiento.
Una decena de afortunados tripulantes, provistos por primera vez de mascarillas y demás elementos de prevención y seguridad, tuvieron la fortuna de disfrutar de una soleada jornada de observación y ocio que, como siempre, zarpó en O Grove, para navegar entre bateas hacia la boca de la ría y salir a la altura de Sálvora hacia la plataforma continental.
Fotografía de naturaleza
La pardela balear y el paíño común fueron dos de las especies destacadas de esta ruta especialmente recomendada para la fotografía de naturaleza, el turismo náutico y los proyectos científicos.
También destacó, además de la presencia de delfines mulares y comunes, la localización de una buena cantidad de cormoranes moñudos. Entre ellos algunos juveniles, lo cual constituye una buena noticia desde el punto de vista de la preservación de la especie.
Puestos a destacar, los tripulantes del barco patroneado por Isidro Mariño se quedan con la abundancia de gaviotas patiamarillas que vieron dándose un auténtico festín, a base de cangrejos que nadaban entre aguas en la boca de la ría.
Pero, sobre todo, ensalzan la localización de una gaviota sombría que se convierte en la primera de la temporada.
Es más llamativo de lo que puede parecer, ya que todavía faltan semanas para que esta ave migratoria tome la ruta de paso habitual, que suele trazar sobre la costa atlántica gallega, en viajes de ida y vuelta, entre el norte de África, donde inverna, y sus zonas de cría, en Groenlandia o Escandinavia.
