Iván Caamaño estuvo a punto de convertirse en alcalde, ya que de haber prosperado la moción de censura que había presentado con el PSdeG-PSOE tendría el bastón de mando en sus manos en la segunda mitad de lo que resta de mandato. Pero la crisis interna en las filas socialistas -un partido herido que ahora deberá recomponerse- truncó sus aspiraciones. Ahora se compromete a ejercer una "férrea oposición". Eso sí, felicitando al nuevo alcalde y pidiéndole "que trabaje por Catoira y aprenda de los errores cometidos"_por el nacionalista Xoán Castaño.
Tras la investidura explicó que "esta vuelta de García a la Alcaldía, en solitario y minoría, no se debe a nosotros ni nada parecido, sino que recupera el bastón de mando con sus votos y gracias a la dimisión del alcalde del BNG, que fue quien despejó el camino al PSOE". Reconoce que preferiría formar "un gobierno de coalición en el que trabajar junto a los socialistas para así formar un ejecutivo "fuerte y no uno en minoría, pero no fue posible".
Espera, en cualquier caso, "que García "empiece a trabajar con cordura y sensatez, decidiéndose a dialogar con los demás grupos de la oposición, que es algo que no hizo el BNG en el último año; y confiamos en que las cosas vayan mejor para Catoira, porque este pueblo necesita un gobierno fuerte que acabe con la situación actual". Una situación que "es bastante mala y de la que son conscientes los vecinos, quienes piden un cambio en la forma de trabajar del gobierno". Sabe que el PSOE y García "tienen ahora la oportunidad de dar respuesta a la demanda ciudadana, "pero todo va a depender de ellos y de que puedan resolver los problemas internos que tienen".
Por parte del PP "ofrecemos trabajo, colaboración y diálogo para cuanto sea necesario, y si no quieren nuestra ayuda haremos oposición y trabajaremos como hicimos siempre, demostrando que somos la mejor alternativa para este Concello, como quisimos demostrar cuando apoyamos al BNG y cuando buscamos el pacto con el PSOE, ya que nosotros intentamos siempre formar gobiernos sólidos, mientras que el BNG se dedica a tumbar esos intentos". Y espeta: "Si el Concello sigue paralizado nadie puede culparnos a nosotros".
