Para que el consumidor pueda disfrutar del mejillón de Galicia es fundamental disponer de abastecimiento suficiente de producto. Y en estos momentos está plenamente garantizado, dada la ausencia generalizada de biotoxinas marinas.
Únicamente permanecen cerrados, a causa de su acumulación, once polígonos bateeiros, lo cual significa que hay otros cuarenta aptos para la extracción y venta del "oro negro" de batea.
El proceso -totalmente natural y siempre controlado desde el Intecmar- que conlleva la llegada de fitoplancton portador de biotoxinas a las rías, afecta en estos momentos exclusivamente a los ocho polígonos bateeiros de la ría de Pontevedra, uno de la de Vigo, al de Baiona y a otro de Ares-Betanzos.
Esta "limpieza" permite intensificar el ritmo de descargas, tanto para el mercado de industria, formado por cocederos y conserveras, como para el de fresco, que es el que representan las depuradoras que reciben el molusco para colocarlo posteriormente en restaurantes, plazas de abastos y demás puntos de venta directa al consumidor.
En estos centros de expedición coinciden con los acuicultores al indicar que a partir de ahora el mejillón presentará unas condiciones idóneas, por lo que alientan y recomiendan su consumo. Un consumo que, salvo un rebrote de biotoxinas que propicie una nueva veda, va a intensificarse a medida que avance el verano, para llegar al momento cumbre de la campaña en septiembre u octubre.