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El BNG salva la moción de censura de Catoira y ya busca una alianza con el PSOE que frene al PP

Xoán Castaño dimite como alcalde y consigue que tres de los cinco ediles socialistas que la habían firmado den marcha atrás -Ahora se desmarcan del PP y estudian alcanzar la mayoría absoluta junto a los tres concejales nacionalistas

Iván Caamaño y Alberto García, cuando ya se sabían "derrotados". // Noé Parga

Xoán Castaño y el BNG -que le había dado la espalda cuando se convirtió en alcalde de Catoira con el voto del PP, tras las elecciones municipales de 2019- libraron ayer una importante batalla. Y puede decirse que la ganaron, aunque solo les sirva para ganar tiempo. Iba a debatirse la moción de censura presentada por la coalición del PSdeG-PSOE y el PP -desautorizada por la cúpula de ambas formaciones- y resulta que, cuando el fin del gobierno nacionalista parecía cantado, el alcalde hizo valer el as que guardaba en la manga.

Justo antes del pleno de la moción de censura, Castaño presentó su dimisión como primer edil. Al hacerlo logró que dos de los concejales socialistas que la habían firmado decidieran cambiar de idea.

De este modo el PSdeG-PSOE de Alberto García, con cinco ediles en una Corporación de once, y el PP de Iván Caamaño, que tiene tres actas pero solo dos concejales en activo -el tercero está pendiente de tomar posesión-, veían como se esfumaba la posibilidad de derrocar al BNG.

Tanto es así que solo los tres representantes nacionalistas y los dos "tránsfugas" socialistas, Daniel Touriño y Roberto Bouzón Torre, ocuparon sus sillas en el salón de plenos, mientras que García, Caamaño y los apoyos que les quedan "huyeron" de la casa consistorial.

De este modo el Bloque salvaba una Alcaldía que tenía perdida. Y no solo eso, sino que con la marcha de Castaño da por iniciados nuevos contactos para mantenerla pactando ahora con el PSOE.

Parece extraño, pero hay posibilidades, porque los tres ediles del BNG podrían unirse a tres de los disidentes del PSOE; los dos que ayer dieron la cara y un tercero. Los seis tendrían el visto bueno de las cúpula de sus formaciones, sobre todo ahora que se avecinan las elecciones autonómicas.

De momento, la consecuencia inmediata tras lo ocurrido ayer, ya con Castaño como exregidor, es que su puesto queda en manos, en funciones, de la primera teniente de alcalde, Mari Paz. Ahora será ella la encargada de convocar un pleno en el que dar cuenta formalmente de la dimisión de Castaño, y desde ese instante, se establecerá un plazo de diez días para celebrar otra sesión en la que desarrollar un nuevo pleno de investidura y, esta vez sí, formar el nuevo gobierno de Catoira.

Como se avanzaba ayer, en la edición digital de FARO, la estrategia de Castaño y el BNG fue brillante, ya que al dimitir ganó tiempo y situó como alcaldesa a su número 2. Pero no solo eso. Presentando su renuncia a las 12.03 horas ante el secretario municipal, el líder nacionalista no solo evitó el pleno que iba a celebrarse desde tres minutos antes, y que iba a dar el poder a la colación PSOE-PP, sino que arrastró a tres de los concejales socialistas que habían firmado la moción de censura en marzo y que se han retractado.

De este modo, el BNG y esos tres socialistas arrepentidos suman seis ediles en una Corporación de once. E incluso ayer, siendo solo cinco, podían sacarle partido, porque al PP le falta uno que está pendiente de tomar posesión desde marzo.

A este respecto, cabe destacar que el ya exalcalde, Xoán Castaño, había empezado a trazar su estrategia de defensa hace tiempo, por eso evitó incluir la toma de posesión de ese nuevo concejal conservador, Gustavo Comparada, en el pleno telemático celebrado el lunes pasado. Así jugaba con ventaja para afrontar la moción de censura, en caso de que se debatiera ayer.

Cuando llegue el momento de la nueva sesión de investidura, puede que los conservadores ya dispongan de ese voto añadido. Como también cabe la posibilidad de que García, Caamaño y los concejales que aún tengan disponibles entonces acudan a ese pleno con otras siglas, ya que tanto el PP como el PSOE desautorizaron esta moción de censura.

Sesión de investidura

No solo eso, sino que García culpa directamente a los dirigentes socialistas de haberla torpedeado y haber presionado a los dos concejales de su grupo que la boicotearon con la "espantada" de ayer.

En cualquier caso, la fórmula empleada en esa sesión de investidura será la misma que se utiliza tras cada cita con las urnas. Esto supone que cada partido podrá postular al que fue su jefe de filas, o apoyar al que estime conveniente. Salvo los nacionalistas, ya que al dimitir Castaño tendrán que proponer a su número dos.

En ese instante el PP de Iván Caamaño, quizás ya con sus tres actas, iba a sumarlas a las tres que iba a aportar el grupo de Alberto García tras la fuga protagonizada ayer por dos de sus miembros. De este modo la coalición tendría de nuevo la mayoría absoluta suficiente para desarrollar su estrategia.

Pero ni siquiera esto va a ocurrir, ya que la también socialista Purificación Quintas Ribeiro se posicionó por escrito al lado de Daniel Touriño y Roberto Bouzón. Dicho de otro modo, que en esta aventura socialista podrían quedarse solos Alberto García y Francisco Javier César Costoya.

No dan las cuentas, por lo que l la pretendida alianza PP-PSOE parece quedar definitivamente enterrada. De ahí que Iván Caamaño se diera ayer por satisfecho solo con el hecho de haber apartado de la Alcaldía a Xoán Castaño, el mismo al que en su día colocó como alcalde, y al que incluso puso sueldo.

Prueba de esa satisfacción es que el PP emitió un comunicado para dejar constancia de que "pese a no salir adelante la moción de censura", el de ayer fue "un día feliz, pues conseguimos algo que llevamos un año intentando: sacar a Xoán Castaño de la Alcaldía".

Con su "dimisión forzosa" como primer edil "conseguimos que salga del Concello un hombre que había creado una dictadura, que engañó al PP y que incumplió el pacto que alcanzó con nosotros".

Esto lleva a Caamaño y su equipo a manifestar que han cumplido sus promesas, "pues dijimos que íbamos a poner a Castaño a gobernar y lo hicimos; dijimos que íbamos a apartarlo de la Alcaldía, y lo apartamos".

"A cambio de un salario"

Y ahora "hay que escoger alcalde de nuevo, por lo que desde el PP presentaremos a nuestro candidato y votaremos por él, vista la clase de personas con las que habría que negociar, ya que en el BNG están radicalizados y no cumplen lo que prometen, mientras que en el PSOE, con Daniel Touriño a la cabeza, son capaces de traicionar a su partido, su palabra y su firma a cambio de un salario".

Los conservadores incluso van más lejos y cierran las puertas a la alianza con el PSOE al decir que si el próximo es un alcalde socialista "no será puesto por nosotros, que seguiremos trabajando por los vecinos como hicimos siempre".

En el PP terminan felicitando a Alberto García y el concejal del PSOE que mantuvieron su firma en lo pactado "y estaban dispuestos a crear un gobierno unido y trabajador".

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