Este establecimiento vilagarciano ha tenido una actividad extra en tiempos de pandemia. Por iniciativa propia y totalmente altruista, se prestó a preparar las comidas para las personas sin recursos que están pasando su confinamiento en Fexdega.

"Estuvimos haciéndolo de manera totalmente altruista durante tres semanas. El Concello nos hacía llegar los alimentos y nosotros poníamos el cariño y la mano de obra. Elaborábamos un menú con un plato contundente para la comida y un bocadillo para la cena y se lo servíamos en Fexdega", apunta Carmen Vidal.

Las obligaciones del ERTE al que está ciñéndose la plantilla del establecimiento obligó a limitar ese periodo de ayuda a las tres semanas fijadas. Un gesto de solidaridad a tener muy en cuenta y que, por otro lado, ayudó a paliar levemente las ansias de recuperar la actividad normal y, con ello, la llegada a la meta que marca el fin de la pandemia del Covid-19.