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Las lonjas resisten, aunque bajo mínimos

Las descargas de pescado, crustáceos y cefalópodos mantienen abiertas las "rulas", aunque la rentabilidad es mínima -Carril aguanta con las altas cotizaciones de bivalvos

La subasta de productos realizada en O Grove el miércoles. // FdV

En Galicia hay una treintena de lonjas operativas a estas alturas del estado de alarma por el Covid-19. Entre ellas una decena de "rulas" arousanas. Es cierto que la actividad en las mismas está bajo mínimos y que la rentabilidad es baja, con caídas de precios considerables en prácticamente todas -hay excepciones-, pero al menos sirve para mantener el pulso en estos tiempos de crisis.

Las operaciones realizadas, como cabrá deducir, están a años luz de las que serían lógicas en plena Semana Santa en caso de que el coronavirus no lo estropeara todo.

Se limitan, por ejemplo, a las realizadas en lonjas como la de Vilaxoán, donde, como explicó FARO DE VIGO, el sector de marisqueo a pie se dedicó a la extracción de almeja bajo demanda, a petición de una depuradora grovense.

Junto a esta actividad en el puerto vilaxoanés hay que destacar la registrada en el de Carril, también en Vilagarcía, donde el trabajo de los parquistas permite alcanzar unos resultados económicos ciertamente positivos, a pesar de la crisis.

Prueba de ello es que la almeja fina se vendió a 37 euros el kilo en la tarde de ayer, la japónica (5.500 kilos) salió a un máximo de 11,30 y el berberecho (1.500), a un máximo de 13,85.

Hay que recordar que en la lonja carrilexa se subastaron el lunes 900 kilos de berberecho, también a casi 14 euros el kilo; seis toneladas de almeja japónica, a 12,45 euros; 216 kilos de fina, con un tope cercano a los 43; y 112 de babosa, a 19 euros.

El martes fueron casi nueve toneladas de japónica, a un máximo de 12,40; 404 kilos de fina, a 39 euros; 191 de babosa, con un tope de 19; y casi 1.700 kilogramos de berberecho, con un primer "mío" de 12,65.

Frente a esto, los empresarios depuradores muestran sus deseos de que las demás agrupaciones de marisqueo hagan lo propio y se reincorporen "poco a poco" al trabajo. Incluso hay algunas que indican que "si Vilaxoán puede trabajar, nosotros también".

Pero siguen paradas, en la mayoría de los casos con la esperanza de que se declare el cese de actividad para poder cobrar ayudas económicas. De ahí que la actividad en sus lonjas se limite a pescados, crustáceos, algas y cefalópodos.

En A Illa, por ejemplo, limitan la actividad de su lonja a la comercialización de algas, que como sucedió a lo largo de esta semana con la almeja de Vilaxoán, se despachan en base a pedidos y precios pactados previamente entre sector extractivo y comercializador. El miércoles, sin ir más lejos, se vendieron 1.810 kilos de las variedades correa -a 0,50 euros el kilo- y wakame, a 0,80 y 0,90 euros.

Igual de testimonial es la actividad en las lonjas de Cambados y O Grove, el miércoles con alrededor de 600 kilos de producto subastado, en cada caso. En el puerto cambadés destacaron especies como el choco, con 199 kilos y un precio máximo de 8,60 euros; el jurel, 70 kilos, con un tope de 3,29; y el pulpo, 119 kilogramos y un primer "mío" de 9 euros.

En O Grove incluso el "rey de los mariscos", el centollo, ha dejado de reinar a causa del coronavirus, de ahí que se subastaran ayer apenas 39 kilos. Eso sí, manteniendo el precio mínimo fijado para la especie, situado en 9 euros. El máximo llegó en esta subasta a los 15 euros por kilo.

Respeto a las demás especies subastadas en la rula meca, pueden citarse 202 kilos de caballa, 73 de choco y 47 de pulpo, además de un tiburón cazón de 16,5 kilos de peso vendido a 0,25 euros el kilogramo.

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