Las solicitudes de ERTE también se ha vuelto en algo común en el gremio de la panadería. Carlos Rodríguez, propietario de su panadería, tiene claro que "esto es una cadena y nadie escapa a ello. Incluso las empresas que nos abastecen están con reducciones de personal y nadie es ajeno".

La presión a la que se ven sometidos los pequeños empresarios es algo que tampoco pasa por alto, "cuesta dormir porque la dificultad de hacer frente a todas las nóminas y los gastos es grandísima. Todo sigue al mismo ritmo que si no hubiese confinamiento y es imposible responder en las mismas condiciones. Todos estamos al límite y necesitamos medidas asumibles. No queremos créditos para seguir sumando deuda, sería mejor un prorrateo de los pagos para cuando podamos salir de esta pesadilla".