La iniciativa de elaborar mascarillas arrancó en el municipio de Sanxenxo poco tiempo después de que estallase el problema del coronavirus en todo el Estado. La petición lanzada por redes sociales pronto encontró respuesta en otros municipios. Uno de ellos fue A Illa, donde Mila Castro, una comerciante con tienda en Vilagarcía, asumió el reto. Ella sola consiguió articular y coordinar a 35 mujeres de A Illa, entre las que hay jubiladas, embarazadas y extrabajadoras del sector de la costura que no dudaron en poner a disposición del bien común sus máquinas de coser caseras.
Castro es la que recepciona la mayor parte del material y se encarga de distribuirlo entre las mujeres que colaboran en la iniciativa. A ella recurrió el Concello de A Illa tras recepcionar el material de la Mancomunidade. El objetivo es que "preparemos más de 500 mascarillas, que se suman a todas las que hemos estado realizando desde hace una semana para Sanxenxo". Castro no solo coordina, sino que el poco tiempo libre del que dispone lo emplea en girar la rueda de su máquina de coser, tratando de elaborar cada mascarilla con precisión y en el menor tiempo posible para entregar el mayor número de ellas. "Todas nos estamos esforzando al máximo dentro de nuestras posibilidades, las hay que son costureras profesionales que trabajan como si estuviesen en una línea de producción, pero en sus casas, y las hay a las que les cuesta más porque no es su formación profesional, pero todas están dispuestas a colaborar".
En A Illa, el Concello también entregó parte del material de la Mancomunidade a Teresa Búa, otra costurera que ayer se afanaba en su hogar para entregar un centenar de mascarillas tras haber visto un tutorial en el que "nos explicaban como debían elaborarse; nuestra intención es colaborar porque sentimos que debemos hacerlo".
