Alberto García (PSOE) e Iván Caamaño (PP), ambos impulsores de la moción de censura que se tratará en pleno el día 17 para derrocar al BNG de Xoán Castaño, volvieron a comparecer juntos ayer para demostrar que su estrategia carece de fisuras y salir al paso de los "ataques, descalificaciones, insultos y mentiras" proferidos por parte de los nacionalistas. De ahí que insistan en que el Consello de Contas avala las cuentas municipales de 2017, presentada por el Concello cuando García era aún alcalde.

Esto quiere decir que "no son ciertas las acusaciones del BNG sobre el escrito enviado por el Consello de Contas"; aquellas en las cuales los nacionalistas sostienen que PSOE y PP quieren entrar en el gobierno para "esconder los papeles".

Lo que hicieron ayer García y Caamaño, abundando en lo que habían explicado ya el día anterior miembros de sus partidos, fue dejar claro que "no hay absolutamente nada que esconder, ya que el propio Consello de Contas sostiene que no hay irregularidad alguna en ese documento económico que en su día también avaló Hacienda".

En palabras del líder socialista, el alcalde Xoán Castaño y su gobierno "llevan meses revolviendo papeles en lugar de gobernar, de ahí que nos veamos obligados a presentar esta moción de censura, tratando de sacar a Catoira del bloqueo en el que se encuentra".

"Y lo único que se les ocurre es este despropósito sobre el Consello de Contas en relación con los presupuestos de 2017 que el propio BNG votó a favor, incluyéndose en ellos tanto lo que iban a cobrar por asistencias y demás conceptos todos los miembros de la Corporación como lo que iba a percibir yo en dietas", espetó el propio García.

Lo que quiso decir es que "el BNG denuncia ahora algo que hace tres años votó a favor y que, como dice el Consello de Contas, es totalmente legal", demostrándose así que los nacionalistas "ni se enteraban antes, cuando estaban en la oposición, ni se enteran ahora".

Tras indicar que "el BNG hace un política rastrera" e insistir en que "la moción de censura está plenamente justificada", García y Caamaño hablaron de la "desesperación del BNG" y de "sus excusas y mentiras para seguir en la Alcaldía a toda costa", esgrimiendo el conservador que "no se presenta la moción de censura para esconder papeles, sino para sacarlos a la luz y enseñarlos a todos los vecinos, por eso vamos a abrir un departamento de transparencia y vamos a demostrar que podemos entendernos para gobernar y situar a nuestro pueblo en el lugar que se merece".

Convencidos de que "lo único que buscaba el BNG era hacer campaña durante este mandato para buscar la mayoría absoluta en las próximas elecciones", los ponentes de la moción tildaron de "vergonzoso que después de 30 años en la oposición y 8 meses en el gobierno el BNG no hiciera absolutamente nada", y eso a pesar de que "siempre tuvieron nuestro apoyo y todo a su favor", indicó el portavoz del PP.

Recordaba así que fue su grupo el que colocó al BNG en el gobierno. Y ahora lo aparta, pactando con el PSOE "porque nuestra intención sigue siendo la misma, como es impulsar un gobierno que haga cosas por Catoira".

La "soberbia" de Castaño

Tanto conservadores como socialistas vikingos, que al parecer siguen sin tener noticias de sus barones en relación con su posible expulsión del partido, sostienen que "la soberbia del alcalde Castaño también nos animó a presentar la moción de censura". Pero lo que más influyó fue que "Catoira necesita un cambio de rumbo, de ahí que estemos unidos los dos partidos".

Como parecen estarlo los concejales de cada grupo, ya que Alberto García sostiene que los cinco ediles firmantes del PSOE siguen adelante con la moción de censura, sin importarles "los intentos de manipulación" externos. Y lo mismo sucede con los tres firmantes del PP; un grupo en el que dos miembros de la candidatura presentada en 2019 decidieron abandonarla porque no está de acuerdo con esta estrategia. "En su momento hicimos una votación entre 15 personas y solo dos estaban en contra de la moción de censura porque no querían pactar con el PSOE, de ahí que ahora dejaran esta lista, aunque siguen animándonos a trabajar por el pueblo", concluye Iván Caamaño.

En definitiva, que PSOE y PP cierran filas, intensifican las reuniones conjuntas para planificar su hoja de ruta en el próximo gobierno y advierten de que pueden recurrir a la vía judicial si siguen los ataques, descalificaciones y calumnias contra sus ediles y sus familias.

En este sentido, García sentenció: "El PSOE fue respetuoso cuando PP y BNG pactaron el año pasado y acatamos el resultado de la sesión de investidura, por lo que ahora pedimos el mismo respeto ante este acto legítimo y democrático que es la moción de censura".