Debido a la clausura por parte de Sanidade de la nave de la avenida de López Ballesteros para almacenar y manipular alimentos, la Fundación Amigos de Galicia ha decidido recurrir a tarjetas para que los usuarios puedan pagar con ellas en determinados supermercados con los que la entidad llegue a un acuerdo.

Pero por ahora este proyecto todavía está verde, y en el caso de que fructifique, no será capaz de llegar a tantas personas como lo hacía la propia Fundación a través de la distribución directa de alimentos en colaboración con los Servicios Sociales de los ayuntamientos.

Quien ha estrenado un sistema similar recientemente es Cáritas Interparroquial de Arousa, que hasta ahora utilizaba cheques con los que los usuarios iban a comprar a una cadena de alimentación en concreto.

Desde hace aproximadamente un mes la ONG religiosa ha perfeccionado el sistema y dispone de unas tarjetas que son válidas para adquirir productos de primera necesidad pero impiden pasar por caja determinados artículos como por ejemplo bebidas alcohólicas o perfumes. De este modo en Cáritas se aseguran de que las personas en riesgo de exclusión social hacen un uso correcto de las tarjetas.