El alcalde de O Grove, José Cacabelos, se reúne hoy en Santiago con la conselleira de Medio Ambiente. Ángeles Vázquez. En la agenda, dos asuntos clave para el futuro de O Grove, como son la gestión de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y la reposición de la tubería que atraviesa el istmo de A Lanzada para abastecer a la villa meca de agua potable.

Respecto a lo primero, el objetivo es desbloquear la complicada situación en la que se encuentra la estación depuradora construida en Ostreira. No hay que olvidar que el Concello se negó el año pasado a recepcionarla, alegando que la EDAR no estaba en condiciones, y la Xunta se vió obligada a asumir la gestión directa de la misma para evitar vertidos en la ría hasta que la Administración local se haga cargo, pero eso sí, pasando al cobro a las arcas municipales el gasto correspondiente.

El proceso se ha enquistado y judicializado de tal forma que la solución no parece sencilla, de ahí la importancia del encuentro que van a mantener Cacabelos y Vázquez esta tarde.

Puede recordarse que el pasado mes de diciembre el Concello de O Grove pagó a la Xunta la primera factura, por importe de 18.000 euros y correspondiente a la deuda contraída en junio.

La Xunta confirmaba ese pago y se felicitaba al ver que el gobierno meco empezaba a "asumir sus responsabilidades" con la EDAR, recordando que la financió y construyó con un desembolso de siete millones de euros "en atención a una solicitud de colaboración técnica y financiera formulada por el propio Ayuntamiento, que se comprometió a asumir posteriormente la gestión y explotación de las obras ejecutadas".

Pero en mayo de 2019 venció el contrato de la empresa adjudicataria, que explotó la EDAR durante sus cinco primeros años de actividad, y el Concello de O Grove se veía así obligado a asumir la gestión de las instalaciones, pero se negó a hacerlo.

Las disputas entre las dos Administraciones llegaron a tales extremos que el alcalde incluso anunció hace meses que a causa de "la presión y falta de colaboración" de la Xunta estudiaba la posibilidad de incrementar la tasa de saneamiento, para obtener más ingresos "con los que hacer frente a lo que quiere cobrarnos Augas de Galicia" por gestionar la EDAR.

Lo dijo después de que ese departamento reclamara al Concello 90.000 euros, "como parte de una factura de 495.000 que pretende cobrarnos la Xunta" para sufragar la gestión de la EDAR. Y claro, aquello llevó al primer edil a denunciar que "los vecinos van a tener que aportar 495.000 euros más cada año para la depuradora, cuando ya se están recaudando 400.000 euros anuales para la Xunta por el canon del agua, sin que ese dinero revierta en nuestro pueblo".

La conclusión a la que llegó fue que "la Xunta nos está obligando a crear otro impuesto para conseguir esos 495.000 euros, ya que no hay ese dinero disponible en el presupuesto municipal".

Al margen de este asunto, sobre el que alcalde y conselleira podrán hablar largo y tendido en la reunión de esta tarde, sobre la mesa del despacho de Ángeles Vázquez se pondrá otro asunto trascendental, como son los problemas de abastecimiento derivados del pésimo estado de la tubería a su paso por A Lanzada, y muy especialmente en el tramo que discurre bajo el agua, donde las roturas son cada vez más frecuentes y las reparaciones resultan tan complicadas como lentas y costosas.

Sin ir más lejos, los últimos e importantes problemas en la vieja tubería perteneciente a la Mancomunidade do Salnés se registraron la semana pasada, de ahí que el alcalde volviera a hacer pública su indignación con la Xunta y repitiera que la situación puede ser mucho más grave si las roturas se producen en temporada alta para el turismo.

A este respecto, "corremos el serio riesgo de que O Grove se quede sin agua durante la próxima Semana Santa porque esta tubería se encuentra muy deteriorada y puede volver a romper por cualquier sitio, algo que no nos podemos permitir porque es la única vía de entrada del abastecimiento de la Mancomunidade".

Recuerda Cacabelos, y así lo hará nuevamente hoy, ante la conselleira de Medio Ambiente, que ya en 2015 entregó un proyecto de renovación integral de la conducción, y que desde entonces reclamó la mejora en repetidas ocasiones.

Pero como sucede con la EDAR, tampoco hay una solución sencilla para la red de abastecimiento, sobre todo después de que la Xunta espetara hace días que las competencias en esta materia "son municipales" y que el Ayuntamiento "cobra a sus vecinos por el servicio, siendo su responsabilidad mantener en buen estado las infraestructuras precisas para la prestación del servicio".

En relación con las roturas constantes en la red, desde la Xunta indicaron que "este tipo de instalaciones tienen una vida útil de 25 años, y es previsible que en algún momento necesiten renovación, por lo que una Administración diligente tiene que prever esta necesidad".

No está de más recordar que el alcalde grovense planteó en varias ocasiones la posibilidad de organizar "un gran frente social y político" mediante el que presionar a la Xunta para "acabar con el ninguneo al que está sometiendo a nuestro pueblo". Y al hacerlo así se refería a la necesidad de conseguir tres grandes inversiones, como son el desdoblamiento de la vía rápida de Sanxenxo, entre la Autovía de O Salnés y el istmo de A Lanzada; la construcción del nuevo puerto pesquero en Con das Señoritas, para planificar en el actual el futuro puerto deportivo; y, precisamente, la instalación de la nueva red de abastecimiento comarcal a lo largo del tómbolo de A Lanzada.