Además de la reducción en las ayudas de alimentos, la inspección sanitaria de la nave que Amigos de Galicia tiene junto a las estaciones de tren y de autobús de Vilagarcía también conllevará el despido de trabajadores. Según anunció ayer Jesús Busto, son doce los empleados de la entidad social (de una plantilla de 61) que se quedan en la calle tras el cambio operativo en el programa de alimentación. "Lo sentimos por ellos, así como por los socios y socias de la entidad y empresas que han colaborado con nosotros a lo largo de este año. También nos preocupa especialmente nuestra imagen y la de otras entidades que directa e indirectamente se ven afectadas con esta noticia. Desde la entidad asumimos que todo el trabajo que hacemos es mejorable, peros siempre hemos sido y somos honestos en la gestión", defendió el director general ante los medios de comunicación. Tras el cambio de sistema para la distribución de los alimentos frescos, los no perecederos se repartirán cada tres meses, así como los productos de higiene personal, limpieza y vestimenta. "De todas formas en los próximos días estudiaremos la mejor solución posible", comentó Busto. Y es que la decisión de Sanidade todavía es muy reciente.