La Xunta de Galicia ha puesto en marcha dos obras en Cambados que llevaban largo tiempo siendo reclamadas. La primera de ellas es la construcción de la rotonda de Corvillón, a la altura de los semáforos que atraviesan la PO-549. Ese lugar es un punto negro de la red viaria cambadesa y los vecinos llevaban años reclamando la instalación de medidas que implementasen la seguridad tanto de vehículos como de peatones.
La segunda obra es el derribo de las antiguas casas de profesores del colegio Antonio Magariños. La demolición de estas viviendas llevaba tiempo siendo reclamada por la comunidad escolar, ya que en los terrenos que ocupan se va a construir un patio escolar para el centro. Además, se reconstruirá parte del muro perimetral.
La "piqueta" comenzó ayer a derribar las diez o doce viviendas que se encuentran en la parte trasera del centro. La actuación cuenta con un presupuesto de 113.000 euros, financiados por la Consellería de Educación, y con un plazo de ejecución de tres meses aproximadamente.
Las viviendas llevaban muchos años deshabitadas y se habían convertido en un auténtico problema de salubridad y seguridad. La Consellería acabó cediendo, aunque los terrenos continuarán siendo de uso exclusivo del centro, desoyendo las peticiones municipales de convertirlo en un parque público.