Si las cosas no se tuercen, la de este año puede convertirse en una de las mejores campañas de lamprea de la historia. Comenzó con muy buen pie, ofreciendo capturas formidables al colectivo de valeiros que opera en aguas de Pontecesures. Y sus integrantes confían en que a partir de mañana el cartilaginoso pez vuelva a abundar.

En días pasados tuvieron que soportar un parón considerable, ya que con el viento del sur y el río repleto de lodo, la lamprea no parecía animarse a subir. Además, las intensas corrientes podían destrozar los aparejos, de ahí que muchos pescadores optaran por mantener sus embarcaciones amarradas.

Pero la semana que viene pueden darse condiciones propicias, similares a las registradas a principios de mes. Es decir, un río Ulla con gran caudal, viento del norte y cielos totalmente despejados y soleados. Dicho de otro modo, que se alinearán los astros para que la conocida como "dama del Ulla" puede regresar con fuerza a este cauce fluvial que remonta cada año para efectuar el desove.

Los valeiros la esperan ansiosos con las nasas butrón que largan desde sus embarcaciones, al igual que aguardan impacientes al primitivo parásito marino los titulares de las construcciones tradicionales que se sitúan aguas arriba; sillares de piedra que, en lugares como Herbón, ya usaban los romanos y se conocen popularmente como "pesqueiras".

José Barreiro: "Un otoño y un invierno como tienen que ser"

José Barreiro Blanco es uno de los veteranos pescadores de lamprea del río Ulla. A bordo de su embarcación, de nombre "Gima", es uno de los integrantes del colectivo de valeiros que operan en aguas de Pontecesures, donde la campaña iniciada el pasado 2 de enero está resultando altamente positiva. "Lo cierto es que comenzamos con muy buenas capturas, con una media de diez piezas por barco", señala el pescador.

Fue un inicio tan positivo que tanto este valeiro como otros miembros del colectivo consultados por FARO coinciden al señalar que "fue uno de los mejores arranques de temporada de los últimos tiempos".

Esto se debió, confirma, a que "tuvimos un otoño y un invierno típicos, es decir, con muchísima agua", y ya se sabe que su abundancia permite que las lampreas se orienten mejor cuando les llega el momento de localizar los lechos fluviales más apropiados para efectuar su remonte hasta alcanzar las zonas de desove.

"Podemos decir que todo salió a pedir de boca, ya que el río estaba perfecto, con agua abundante, y además pudimos disfrutar de unas jornadas de viento del norte y tiempo anticiclónico".

Esto supone el escenario perfecto para la pesca de lamprea en el Ulla, "por eso pudimos pescar tantas durante las primeras jornadas de campaña", manifiesta. Y puntualiza: "El primer día éramos cinco barcos y pescamos cincuenta o sesenta lampreas".

Muy por el contrario, José Barreiro, al que todos conocen como Pepe, apunta que la semana de actividad en el Ulla que finalizaba ayer fue mucho peor, "ya que con la llegada del viento del sur, el temporal y la gran cantidad de barro que arrastraba el río, las lampreas dejaron de subir, por eso apenas pescamos nada".

Ahora confía en que todo vuelva a cambiar y en que, con la llegada de un nuevo frente anticiclónico, las lampreas vuelvan a aparecer en abundancia, tanto en sus nasas butrón como en los aparejos de los demás pescadores que operan en aguas pontecesureñas.

Por cierto, que Barreiro y su compañero de tripulación venden sus mejores lampreas, las grandes, a un precio de unos 35 euros, más IVA.

Ramón Agrasar: "Tiene enorme calidad"

Ramón Agrasar es un valeiro que cobró cierta popularidad cuando, hace tres años, FARO DE VIGO dio a conocer que este joven, acompañado siempre de su esposa, Tania Rodríguez, a bordo de la embarcación "Viviana", había capturado la primera lamprea de la temporada, un ejemplar de 1,3 kilos que vendió a Ángel Rodríguez Rodríguez, gerente de los restaurantes Flavia y Santiaguiño, a un precio de 150 euros.

La campaña siguiente, la de 2018, comenzó exactamente igual, con el pontecesureño Ramón Agrasar de Villanueva capturando el primer ejemplar y con el gerente de los restaurantes Flavia y Santiaguiño haciéndose con la pieza. En aquella ocasión Ramón Agrasar se estrenó con dos lampreas a la vez, de ahí que ingresara 300 euros por ellas.

Este año Ramón Agrasar también tuvo suerte, porque comenzó la temporada con muy buenas capturas, aunque al haber tanta lamprea el precio se contuvo, de ahí que vendiera sus primeras piezas a 50 euros.

En la actualidad las despacha a unos 40 euros el ejemplar -los mejores-, aunque también a 30 o 20 euros, dependiendo siempre del tamaño. "Pero todas tienen una enorme calidad; nadie puede dudar de que la lamprea del Ulla es fantástica", proclama este valeiro.

Como los demás, destaca que "el arranque de la presente temporada fue espectacular", y apostilla: "De los mejores que se recuerdan, por eso estuvimos levantando entre diez y veinte lampreas por barco".

Las cosas cambiaron en días pasados, con la llegada del mal tiempo. "No se estuvo pescando casi nada y la mayor parte de los barcos dejaron de largar sus aparejos; el jueves, por ejemplo, estaba yo solo en el río", manifiesta el pescador.

En cualquier caso, confía en que la situación mejore. A priori, "todo indica que la semana que viene va a ser buena, pues regresa el buen tiempo, y dado que el Ulla lleva mucha agua, lo más lógico es que la lamprea vuelva a aparecer en cantidades importantes".

Su deseo es que no suceda lo mismo que el año pasado, "cuando también empezamos la campaña muy bien pero se estropeó todo por completo con el paso de los días; esta vez confiamos en que la lamprea aguante hasta abril".