Los niños de la parroquia de San Vicente de O Grove escenificaron un Nacimiento viviente en el que todo excepto el Niño (Jesús) -ya que la suya era una figura-, era de real. Incluso portaron una oveja para dar mayor lucimiento a esta representación llevada a cabo en el templo parroquial bajo la atenta mirada de su sacerdote, Juan Ventura Martínez Reboeiras.
Lo que hicieron fue vestirse de María, José, pastorcillos y demás personajes característicos de cualquier Belén que se precie, contribuyendo así a ensalzar el espíritu más cristiano y religioso que encierra la Navidad. Y del mismo modo, como se hace en tantas otras ocasiones a lo largo del año, esta experiencia sirvió para engrandecer el trabajo realizado por el grupo de Catequesis.
La experiencia valió la pena, a juzgar por las caras de satisfacción de los niños participantes, el cura y todos los feligreses que acudieron al templo, en el que también puede verse a diario un Nacimiento exclusivamente formado por figuras en el que no falta detalle, ni siquiera las vacas cachenas que se crían en los montes de la parroquia.