Ahora que comienza una nueva campaña de extracción de cría de mejillón en el litoral, los bateeiros confían en que no se repitan los problemas habituales con las cofradías de pescadores, y muy particularmente con los percebeiros.
Las relaciones entre estos dos colectivos siempre son tensas, ya que el percebe y la mejilla comparten las mismas rocas. En algunas cofradías sostienen que los bateeiros dañan sus bancos percebeiros cuando recolectan la cría de mejillón, de ahí que quieran prohibir esta práctica o se ofrezcan a recoger ellas mismas la cría, con la intención de venderla después a los mejilloneros.
Pero los bateeiros recuerdan que la ley los ampara, autorizándolos a extraer la cría que precisan para el encordado de sus bateas.