La bronquiolitis es una infección de las vías respiratorias que se transmite por lo que los médicos denominan contagio respiratorio o de contacto. "Si un padre o una madre realiza un lavado nasal a su hijo y le sale un moco, quien lo toque se puede contagiar, de ahí la importancia del lavado de manos", explica Yolanda González, profesional del servicio de Pediatría del Hospital do Salnés.

De hecho en el caso de los niños hospitalizados por bronquiolitis, se pone un cartel en la puerta de la habitación que se encuentra en modo de aislamiento "y nosotros entramos con bata, mascarilla, etc. para no contagiar a otros pacientes", dice la galena especializada en la atención a la población infantil. También en la hoja de recomendaciones que se proporciona a los padres se insiste en el lavado de manos.

Los ingresos de la bronquiolitis pueden durar una media de entre tres y cinco días, aunque depende de cada caso.