Aunque las mayores consecuencias de la borrasca "Elsa" se evidenciaron en la tarde del miércoles, con calles completamente inundadas y árboles derribados por el viento, durante la madrugada de ayer los servicios de emergencias también tuvieron que realizar intervenciones con motivo del temporal, el cual dejó varias casas de Vilagarcía sin luz.

Por ejemplo en Catoira, los efectivos de Protección Civil acudieron a las siete de la mañana al punto de la PO-548 donde en los últimos temporales cayeron varios eucaliptos, ya que se había desplomado sobre la carretera uno nuevo. Afortunadamente en esta ocasión no hubo que lamentar daños.

En la capital arousana el Servizo Municipal de Emerxencias se desplazó a Trabanca Badiña por un cable del tendido eléctrico desprendido. Ya por la mañana los bomberos se trasladaron a las calles Castelao y Arzobispo Lago, que desde el miércoles estaban cortadas al tráfico y al tránsito peatonal debido al desprendimiento de uralitas de unos edificios. Tras sanear sendas fachadas, a media mañana se reabrieron ambas calles.

El Concello de Vilagarcía decidió ayer desactivar todas las medidas de precaución establecidas el miércoles, por lo que se volvió a permitir el tránsito por los parques públicos y la celebración de todas las actividades en instalaciones deportivas, tanto exteriores como interiores. Ravella adoptó la medida después de que la Xunta de Galicia comunicase el descenso del nivel de alerta. No obstante la tregua durará poco, pues para mañana se prevé la llegada de una nueva y fuerte borrasca.