Con tan solo 26 años, la alero ourensana del Cortegada, María González Centeno, cuenta con una dilatada experiencia deportiva que la ha llevado a militar en los tres equipos más importantes del baloncesto femenino en la provincia de Pontevedra: Celta, Arxil y Cortegada. Pero esa faceta de deportista es solo una de las que la joven ourensana ha desarrollado a lo largo de su vida. Otra que ha salido a la luz esta misma semana es su cara más solidaria, que la lleva a embarcarse, de la mano de una ONG, hacia el África subsahariana, en concreto a Senegal, para ofrecer unos conocimientos de fisioterapia que pueden resultar cruciales para salvar vidas. Ese factor ha sido el que, desde el club vilagarciano, le hayan dado todas las facilidades para implicarse en un proyecto que le va a impedir jugar en los próximos dos encuentros de liga, el de hoy ante el Leganés y el del próximo sábado ante el Pozuelo.

Al pie del avión en el aeropuerto de Lisboa, desde donde embarcó ayer hacia Senegal, Centeno es la única fisio de un grupo de 14 personas en el que también se encuentran médicos, dentistas, electricistas y personas que se han marcado como meta la de colaborar y ayudar al desarrollo en puntos muy rurales del país africano, centrándose, de manera muy especial, en las mujeres. "Colaborar en este tipo de iniciativas siempre ha sido lo que he querido hacer desde pequeña, me ha surgido esta oportunidad y me he lanzado", explica Centeno. Consciente de que "tengo la suerte de tener una vida cómoda y ahora tengo la posibilidad de colaborar en que otras personas puedan tener la oportunidad de mejorar sus condiciones".

Centeno viaja, en primer lugar, a distintas aldeas del país, en las que formará a las parteras para tratar de reducir el alto índice de mortalidad que se registra en los alumbramientos. "Voy a preparar a las mujeres que se encargan de asistir los partos en varios poblados que carecen de asistencia sanitaria, a darles formación para evitar, en la medida de lo posible, que una episiotomía o los desgarros durante el parto se acaben convirtiendo en la vía de entrada de una infección que pueda acabar con la vida de las madres; también les trasladaré técnicas para cortar el cordón umbilical o frenar hemorragias postparto, complicaciones que pueden aparecer en un nacimiento y que en un lugar como Senegal pueden convertirse en una sentencia de muerte", señala. Esas técnicas que va a mostrar la joven ourensana también incluyen trabajos previos al parto que pueden ser claves a la hora de evitar complicaciones.

Tras pasar por las aldeas, su siguiente parada será un orfanato donde residen niños con parálisis cerebral, todos ellos abandonados por sus padres al nacer. En ese lugar, Centeno tratará de dar formación a las trabajadoras para que ayuden "a los pequeños a desarrollarse al máximo dentro de sus posibilidades y echarles una mano mientras estoy allí".

La deportista reconoce que "lo que más me gusta de esta ONG es que su proyecto se centra en dar formación a las personas, que es precisamente lo que más les va a ayudar a la larga; esa ayuda les permitirá ser independientes y les permitirá prosperar en el futuro, sin necesidad de convertirse en dependientes de una ayuda externa que, en algunos casos, es más una limosna que una solución para esta gente".

Otra de las cuestiones a las que ha dado mucha importancia Centeno a la hora de colaborar es que el proyecto "está enfocado hacia la dignidad de la mujer. Me parece muy importante que las mujeres de Senegal puedan sentir que, aquí, en la vieja Europa, hay mujeres que estamos peleando y trabajando para que ellas tengan una vida más digna". Centeno llegó este año al Cortegada procedente del Arxil y se ha convertido en una jugadora importante, con más de 21 minutos por partido, 3,6 puntos y 4,8 rebotes de media.