El expresidente del Liceo Casino de Vilagarcía, Álvaro Paz Tarrío, que se mantiene como socio en la entidad, lamenta la situación a la que se ha llegado, teniendo que liquidar el patrimonio que le quedaba para hacer frente a las deudas. Señala que cuando dejó la directiva en el año 2009 la sociedad ingresaba 600.000 euros y tenía un buen número de socios, pero sus sucesores no fueron capaces de continuar el proyecto, ni salvar la entidad, hasta llegar a la crisis que desembarcó en un concurso de acreedores.
Álvaro Paz lamenta que su sucesor en el cargo, Alfonso Saavedra, no hubiese sido capaz de llevar a cabo el proyecto en marcha de la nueva sede social, aunque reconoce que en ello también incidió la crisis económica en la que estuvo inmersa el país, lo que desembocó en una acumulación de deudas. También se muestra crítico con la última etapa directiva encabezada por Antonio Castro, quien ahora al frente de una gestora, se vio obligado a presentar el concurso de acreedores y poner a la venta la sede del Liceo Casino.
"Tendría mucho que hablar, pero me siento un poco distante ya. Sigo como socio pero la entidad a mí, como a tanta gente, ahora no nos ofrece nada. Yo sigo siendo socio como familiar, porque mi mujer tiene un grupo de amigas y quedan allí", apunta Paz Tarrío.
En cuanto a la valoración de la compra de la sede de la rúa Castelao por parte del Concello de Vilagarcía, zanjando así el concurso de acreedores de la sociedad, el expresidente confiesa que "este tema es algo que a mí me sobrepasa. No sé si el Concello tendría que dedicar sus recursos a causas más motivadas. No sé que le parecerá a cientos de ciudadanos que se dieron de baja de la sociedad, que el ayuntamiento entre ahora a salvarla, porque de alguna manera va a seguir, aunque sea con el área recreativa de juegos que es lo único que se hace ahí actualmente", pone de manifiesto.
El próximo 3 de diciembre en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra se firmará el convenio del concurso de acreedores del Liceo Casino por el cual el Concello comprará la sede social por 425.000 euros, dinero que servirá para la liquidación de las deudas de la entidad recreativa. La entidad firmará otro acuerdo para poder continuar utilizando un espacio en el edificio de la rúa Castelao.
Reclamación
Por otra parte, Álvaro Paz se muestra dolido por la falta de apoyo de las sucesivas directivas de la sociedad cuando fue denunciado judicialmente en relación con su actividad al frente del Liceo Casino. El expresidente tuvo que costearse su defensa nombrando y pagando abogado y procurador. Resultó absuelto y presentó a la entidad facturas por unos 12.000 euros.
"La actual junta gestora no ha querido pronunciarse sobre el coste de mi defensa en la demanda penal que tuve que soportar como presidente de la entidad. Lamentablemente, las personas que han llevado el timón en este tema del concurso de acreedores no se han molestado ni en responderme por escrito", expone Álvaro Paz.
El exdirectivo añade: "Yo, desde el momento en que conocí la denuncia me dirigí por escrito a la directiva del Liceo Casino. Ni la encabezada por Saavedra, ni la de Antonio Castro, ni la gestora que lleva ahora la sociedad han respondido. La administradora concursal sí admitió mis peticiones, pero se encontró con que la gestora no se pronunció. El Liceo Casino debería asumir los costes de mi defensa porque, además se vio beneficiado, ya que la entidad estaba encausada como responsable civil subsidiaria y no se defendieron. De manera que mi abogado, al defenderme a mí defendía al Liceo Casino también".
