Con una ayuda de 53.000 euros procedente del FEMP la cofradía de pescadores San Martiño se sitúa en condiciones de modernizar las instalaciones de la lonja de contratación para hacerla más funcional, en beneficio de sus socios mecos, de Cambados, Meaño o Sanxenxo; pero también para mayor comodidad de los que llegan de otras localidades.

Y lo hace no solo en beneficio de los pescadores y mariscadores grovenses, sino en defensa del conjunto del sector arousano que opera en estas instalaciones.

El dinero se destinó a dos equipos de clasificación para moluscos bivalvos, dos básculas para equipos de clasificación con capacidad de 60 kilos y dos unidades de gestión de pesaje.

El objetivo no es otro que "la mejora de la competitividad a través de la mejora en el sistema de control y trazabilidad de los productos procedentes de la pesca y el marisqueo".

Se consigue así "agilizar y simplificar el proceso de selección del marisco en la lonja, recortar el tiempo de trabajo y mejorar la operatividad de la propia lonja", según explican en la cofradía que preside José Antonio Otero.

Añaden que como resultado de estas acciones se persigue "la diminución de lesiones y accidentes relacionados con el trabajo, puesto que el cribado de marisco en la actualidad se hace de forma manual". Pero también "mejorar la seguridad e higiene de los trabajadores del mar y modernizar el sector a través de la adquisición de nuevas herramientas de trabajo", fomentando además "la competitividad de la lonja frente a otras".

Las mismas fuentes puntualizan que este proyecto "mejora el trabajo diario de los empleados y socios que trabajan en la lonja, puesto que permite que non se tengan que esforzar en el cribado del producto, que pasa a realizarse de un modo más ágil y rápido".

Todo ello desde el convencimiento de que "un sector extractivo competitivo debe contar con una lonja lo más eficiente posible".