La Festa do Marisco de O Grove no tiene límites. Este año el Día del Pilar coincidió en sábado, y a pesar de no haber puente festivo se ingresaron más de 700.000 euros. Fue tras la venta de 145.008 raciones entre la tarde del día 3 y ayer, cuando a eso de las 17.00 horas se apagaron los fogones.
Son datos aún provisionales, a la espera de los últimos ajustes y la devolución de tickets, tras haberse agotado ciertos productos a causa de la "avalancha humana" que se vivió por momentos en el recinto ferial de O Corgo.
Sobre todo el sábado, que como se había avanzado fue un día histórico. Prueba de ello es que se alcanzaron, solo en esa jornada, los 150.000 euros y las 31.844 raciones.
Pero volviendo al resultado total, que prácticamente calca el de 2018 -cuando sí hubo puente festivo-, hay que decir que se despacharon unas 5.000 raciones de almejas a la marinera, 6.509 de zamburiñas a la plancha -la grata sorpresa de este año-, casi 8.000 de pulpo á feira, unas 9.000 de arroz de mariscos y 11.478 de pan, que también cuenta y, además, recibió numerosos elogios.
Sin olvidar las 2.173 raciones de percebes de O Grove, 1.658 de rodaballo a la plancha, 4.677 vieiras, 2.737 raciones de berberechos y 4.728 de croquetas de marisco.
Igual de destacados fue el papel de los diferentes tipos de empanada, con 5.750 raciones, el de las navajas a la plancha (5.687) y el de los mejillones de Amegrove, con 8.103 platos al vapor, en vinagreta y estilo tigre.
Al margen de las cifras, que demuestran por sí solas el éxito rotundo de esta edición, hay que volver a destacar, porque así lo hacen los comensales, la satisfacción de estos con la relación calidad-precio, pero también con la seguridad en el recinto y la limpieza.
Respecto a estos dos últimos aspectos, se antoja de lo más positivo para la imagen del evento la ausencia de incidentes relevantes, a pesar de haber llegado a la ciudad más de 100.000 visitantes en solo diez días. Como loable es el trabajo del equipo de limpieza, de ahí que a pesar de la multitud, el comedor en que se convirtió O Corgo presentara una imagen impecable, incluso en los momentos de mayor aglomeración.
Otro factor positivo es el papel del equipo informático y todos los encargados de las cajas de expedición de tickets que, liderados por Ramón Mouriño, y a pesar de las colas que inevitablemente se formaron en los momentos de "avalancha", dieron fluidez a las operaciones para que los comensales pudieran acceder a los productos en las cocinas lo más rápido posible.
